“Si me encuentro a Juan Guaidó, le pongo las esposas. Lo detengo y lo pongo a la orden del Ministerio Público”, afirmó la primera Vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Iris Varela, durante una entrevista este miércoles en el programa Vladimir a la 1, transmitido por Globovisión.
Varela insistió en la necesidad de que el Ministerio Público y el presidente de Tribunal Supremo de Justicia rindan cuentas al país y expliquen por qué aún no han detenido a Juan Guaidó, quien a su juicio actúa en flagrancia al asumir funciones que no le corresponden y para ello citó el numeral 1 artículo 44 de la Constitución Nacional. “Ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti. En este caso, será llevada ante una autoridad judicial en un tiempo no mayor a 48 horas…” reza el citado artículo.
“Aprovecho este espacio para exhortar públicamente al Poder Judicial y al Ministerio Público qué ha pasado, que me expliquen” los motivos de por qué no se ha detenido a Guaidó”, dijo emplazando así a Maikel Moreno y Tarek William Saab.
La diputada exigió a ambos explicaciones sobre “cuál es el motivo por el cual a un sujeto que está cometiendo delito en flagrancia no se le detiene, mientras que hay tanto privado de libertad en el país que no ha estado en flagrancia y que no se le garantiza su derecho a ser juzgado en libertad”.
De esta manera, Varela, haciéndose de unas esposas que sacó de su cartera, explicó que ella estaba dispuesta a ponérselas a Guaidó para que rindiera cuentas al pueblo venezolano.
“Guaidó no está en condiciones de buscar un acercamiento de nada porque es un don nadie que nisiquiera dirige a la oposición. Es un prófugo de la justicia venezolana. Es hora de que esta persona (Guaidó) responda por el daño que le ha hecho al país. No me calo una comisión delegada paralela ni unos diputados no electos y usurpadores de cargos como Juan Guaidó y su pandilla”.
Durante la entrevista la parlamentaria explicó las diferencias entre un adversario político y el enemigo, siendo a su juicio un representante de oposición un adversario, mientras que el enemigo una persona que pide una invasión y una guerra, que solicita intervención extranjera para destruir al país. “Ese no puede ser ni amigo ni adversario, es un enemigo del pueblo”, sentenció.