Hospitales colapsados y calles desoladas secuelas del gran apagón

Gran parte del territorio nacional se encuentra paralizado por un masivo apagón que el presidente Nicolás Maduro atribuyó a una «guerra eléctrica» liderada por Estados Unidos.

Luego de pasar más de 24 horas sin el suministro eléctrico, ciudadanos de varios sectores de la ciudad de Caracas sonaron cacerolas y sacaron gasolina de sus vehículos para alimentar generadores.

En las pocas bombas de gasolinas que se mantuvieron abiertas se visualizaron grandes colas, reseñó AFP.

«Tengo como una hora de hacer cola porque todas las bombas están cerradas», dijo a la AFP Antonio Belisario.

La energía «vino un momento y se volvió a ir. No pude hacer hoy los reales para llevar a la casa. Estoy echando gasolina porque no sabemos cuánto tiempo va a durar» el corte eléctrico, agregó.

El apagón es considerado el peor de la historia por la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, quien a través de su cuenta en Twitter afirmó que se estaban «esforzando» por restaurar el servicio.

En casi todo el país colapsaron los hospitales, cancelaron los vuelos, los hogares sin agua, las calles de las principales ciudades desoladas y con los negocios cerrados, las líneas telefónicas con fallas y sin internet.

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, calificó al apagón de «agresión deliberada» por parte de Estados Unidos y anunció un «despliegue de seguridad» de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), aunque no dio más detalles.

«Una agresión que sin duda ha sido preparada, deliberada, bien delineada, como bien lo sabe hacer el imperio norteamericano», dijo en declaraciones a la TV.

El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, anunció que Venezuela denunciará a Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU por el apagón.

«En pocos días vendrá a Venezuela una delegación de la oficina de derechos humanos de la ONU, de Michelle Bachelet, a ellos les vamos a llevar las pruebas», dijo Rodríguez en una alocución transmitida por la televisora oficial.

El metro de la capital interrumpió los servicios, obligando a miles de personas a caminar enormes distancias hasta sus hogares.

La economía está paralizada ya que nadie puede retirar dinero de los cajeros ni usar ningún tipo de tarjetas.

En muchos hospitales, el apagón generó situaciones dramáticas, cuando los generadores eléctricos de emergencia no se dieron abasto para mantener funcionando los equipos.

Marielsi Aray, una joven de 25 años ingresada en cuidados intensivos del Hospital Universitario de Caracas, murió en la madrugada de este viernes luego de que los equipos que la mantenían respirando se detuvieron.

«Los médicos trataron de reanimarla de forma manual, pero se descompensó y murió a las dos de la madrugada», contó a la AFP su tío José Lugo, mientras esperaba que le entregaran el cuerpo en la puerta del centro médico.

La compañía eléctrica Corpoelec denunció, sin dar mayores detalles, un sabotaje en la hidroeléctrica de Guri, ubicada en el estado Bolívar.

Guri es una de las mayores represas generadoras de energía en América Latina, superada solo por la de Itaipú, entre Brasil y Paraguay.

El apagón afectó también al vecino estado brasileño de Roraima, cuyo aprovisionamiento energético depende del Guri.

A man uses the light from a mobile phone to illuminate his flat during a blackout in Caracas, Venezuela, March 8, 2019. REUTERS/Ivan Alvarado