Tras su citación el pasado viernes 24 por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), la periodista de El Pitazo, Yosselin Torres, narró en exclusiva para Caraota Digital, que durante todo el procedimiento, que consideró irregular, solo un funcionario se identificó como Ronald Navarro, de la Brigada 2 de Investigaciones Estratégicas, mientras que de los otros seis restantes, de quienes una era mujer, nunca supo sus nombres, ni cargos.
“Nunca supe quienes eran las personas que me estaban interrogando. No tenían chapas, ni identificación. Tampoco me entregaron copia de mi declaración, no tengo un documento que avale mi presencia en el Sebin el 24 de junio, algo que es muy irregular”, dijo.
Luego de recorrer un pasillo que describe como “bastante oscuro y feo”, relató que a cargo del interrogatorio estaban tres funcionarios, dos hacían las preguntas y uno redactaba todo lo que se mencionaba. Estuvo sola durante el momento de las preguntas y respuestas, debido a una “irregularidad”.
“Yo estaba con mi abogado Oswaldo Cali, me adelanté con un funcionario y entré a una sala; no lo vi y la respuesta del funcionario fue que se había ido porque tuvo temor del pasillo oscuro”. Al final del interrogatorio, Cali le explicó a la periodista que siempre estuvo en el lugar, pero que le negaron el acceso a la sala.
Yosselin Torres dejó claro que en ningún momento reveló información sobre sus fuentes periodísticas, aún y cuando los funcionarios le insistieron sobre ese punto. “Como periodistas no estamos haciendo nada ilegal, y seguiremos trabajando para que la información llegue a la gente”.
Un funcionario que se encontraba en el Sebin, le aseguró a Torres que su citación fue ordenada por el ministro de Interior, Justicia y Paz, Gustavo González López, quien también, posteriormente aprobó su salida del Helicoide.
El video de la discordia
La periodista contó, que como sus pares Román Camacho y Darvinson Rojas, fue citada por la difusión del video donde el pistolero del Banco Central de Venezuela (BCV), Juan Oliveros García, explicaba sus razones para ingresar al banco y generar tensión para luego ser neutralizado por los cuerpos de seguridad del Estado.
“No tengo nada que ver con la difusión de ese video, ni siquiera lo compartí. Solo llegan a mi por ser periodista, por los nexos con grupos de chat con colegas. Todo este procedimiento es para amedrentarnos a no publicar informaciones que al gobierno le parecen que afectan su imagen”, explicó.
Agregó: “ La gente tiene derecho a informarse y tomar la decisión de si ver o no este tipo de publicaciones; lo importante es que siempre estén al tanto de lo que pasa en su entorno. El gobierno pretende controlar hasta lo que la gente ve y eso no puede suceder, cada ciudadano tiene su criterio y no se puede subestimar su percepción sobre lo que está pasando en el país.
Se mantendrá firme haciendo periodismo, aunque reconoce que después del episodio siente temor por su familia, debido a la información que a partir de ahora tienen los servicios de inteligencia del Estado sobre su vida. “No se a donde acudir, a quien pedirle ayuda porque hasta el momento no me ha llamado ningún defensor, algo que se suma a las irregularidades de todos estos procedimientos del gobierno en contra de la prensa libre”, finalizó.