¡Engorroso! Lo que pasan los venezolanos para registrarse en Borrón y Cuenta de Corpoelec

¿Quién es el genio que inventó un registro tan complicado que ha obligado a la gente a hacer enormes colas frente a Corpoelec tan largas como las vistas para votar en las primarias? ¿Será cierto que semejante enredo está diseñado para multarnos a todos los que no pudimos registrarnos? Porque para lanzar semejante barbaridad hay que tener un talento maléfico

por Elizabeth Fuentes/El Cooperante

El viejo chiste del infierno venezolano (por si alguien no lo conoce) relata cómo es vivir en él: el castigo es recibir un balde de excrementos a diario, pero cuando hay excrementos no hay balde, cuando hay balde no hay excremento y cuando hay balde y excrementos, no está quien te lo va a echar encima.

Así, y peor, es el chiste tragicómico de registrarse en el portal de Corpoelec para ingresar al Borrón y Cuenta Nueva, ese castigo diseñado por algún desalmado con ganas de amargarnos la vida a todos o – como cabe la sospecha- , impedir que logremos registrarnos y así cobrarnos la multa a buena parte de los 1.3 millones de usuarios del servicio eléctrico que no logramos hacerlo electrónicamente y no tenemos ni el tiempo ni la posibilidad de engrosar las dichosas colas frente a las sedes de Corpoelec donde, como sabemos, tratan a los usuarios con la gentileza que acostumbran algunos empleados públicos.

Basta con leer la guía que preparó la empresa para entender que esto no puede ser solamente el producto de un incapaz. Porque si bien el llenado de las primeras casillas es fácil (nombre, cédula, etc.) lean lo que dice la guía que debemos hacer al momento de escribir una bobería como lo es nuestro correo electrónico:

«Luego de ingresar los datos de estos campos, la celda de correo electrónico le indicará que ‘El correo no está verificado», el usuario deberá hacer clic en la opción “Verificar”.

«Después de seleccionar la opción, “VERIFICAR”, el sistema genera automáticamente un código de verificación, que llega al correo electrónico ingresado anteriormente. Al mismo tiempo se despliega un cuadro donde se debe colocar el código recibido, en este se mostrará un temporizador indicando el tiempo que tarda en vencer el código. De no ser ingresado el código en el tiempo pautado, deberá solicitar un nuevo código presionando el botón “REENVIAR CÓDIGO”, para poder continuar con el proceso.»

Lo que en la práctica consiste en tratar de hacer todo a millón antes de que el dichoso código se venza, porque en esa carrera contra el tiempo, mientras uno está llenando la planilla en la misma computadora donde debe esperar que le envíen el Código al email, sucede que cuando llega el código y lo escribe en la planilla, pues el dichoso código ya se venció. Luego de muchas intentonas y maldiciones, finalmente opté por hacer todo el proceso de nuevo con el teléfono inteligente y mantener abierto mi correo en la computadora para agilizar la cosa. ¡Y Eureka!!! logré enviar el código a tiempo y primer escollo vencido.

Después de eso, cosa que no dice la guía, al poner la dirección no me salía el estado donde vivo. ¿Ah? Entonces una mano amiga me dijo que había que ponerla sin espacios, toda junta. ¡Y Eureka!!!, salió el estado Miranda.  Así como tampoco te avisan que lo ideal es adjuntar la Cédula de Identidad – que la exigen en PDF- en blanco y negro y lo más chiquita posible. Asunto que hice finalmente y, ¡Eureka!, pasé este tramo también.

Estaba de lo más contenta cuando recibí un correo de Corpoelec diciéndome que mi registro había sido exitoso y me enviaban un password temporal que es obligatorio modificar para seguir llenando la planilla del cipote. ¿Y adivinen qué? ¡La contraseña que me enviaron desde el mismísimo Corpoelec NO FUNCIONA!!! Y sin esa contraseña no puedo seguir adelante para nada, ni siquiera para cambiar la contraseña y recibir otro correo donde me solicita un nuevo Código de Verificación (que debo verificar rapidito) e iniciar sesión para poder anexar el RIF y luego hacer una Declaración Jurada y presentar los documentos de propiedad del sitio donde, a veces, me llega la luz.

Porque, y valga el chiste venezolano, la primera vez que intenté inscribirme hubo en mi casa un apagón de casi dos días. De modo que llegará noviembre y me multarán gracias a un genio maléfico que trabaja en el área electrónica de Corpoelec y que debe estar muerto de risa en la cueva donde habita ese ?=)(&/#$»