Cuando Joaquín Ortiz salió del trabajo y llegó a su casa en la urbanización Las Llaves de Puerto Cabello ya había comenzado a llover. Eran las 5:00 p.m. del martes y corrió para evitar mojarse.
Se bañó y se sentó en la computadora para enviar unas facturas que tenía pendiente para un cliente. Desde su silla veía a través de la ventana la intensidad del agua y cómo empezaba a correr con fuerza por las calles. Un hora después ya el agua estaba dentro de su casa y en la de sus vecinos. Así de rápido sucedió. Así, en poco tiempo, perdió todo.
Su esposa estaba en el cuarto con su hijo de dos meses. La inundación no dio oportunidad de salvar nada. “Tuvimos que salir corriendo y dejar todo adentro”. Relató que él cargó al bebé, mientras con la otra mano sujetaba con fuerza a su esposa para evitar que la corriente los arrastrara en la calle. Los habitantes de la comunidad hicieron lo mismo. Corrieron para resguardarse y no tener la suerte de Ángel Machado, un carabobeño de 72 años quien falleció en Pozo Negro, de la parroquia Democracia.
En Puerto Cabello, donde la población suele ser cordial y siempre tiene una sonrisa o un chiste guardado para el que salude, solo hay caras de desesperanza. Fueron 55 los sectores afectados por la precipitación que provocó que más de dos mil familias perdieran parte de sus enseres.
Se trató lo que Rafael Lacava, en su condición de candidato oficialista a la gobernación, calificó de un fenómeno natural nunca antes vivido. “Aquí ha llovido por muchas más horas y no había ocurrido una emergencia como esta”, dijo al tener la vocería del reporte de la situación, por encima del gobernador del estado, Gustavo Pulido, y el alcalde del municipio, Juan Carlos Betancourt, quienes lo acompañaron al dar el balance.
De acuerdo a su explicación, que dio con las acotaciones del presidente del Instituto Municipal para la Protección Ambiental, José Parada, a quien consultaba con la mirada para precisar cualquier dato, desde las 10:00 a.m. del martes llovió con mucha intensidad en la cabecera de los ríos Aguas Calientes, San Esteban y Goaigoaza. “Fue un fenómeno pluvial sumamente importante en el nacimiento de los ríos que están ubicados en la frontera entre el estado Aragua y Carabobo. Hubo una captación de agua como no se recuerda en los últimos 30 años, una cosa impresionante”.
Además de la muerte de Machado, se reportó la desaparición de otra persona. En las comunidades como Los Cocos y Jesús Todopoderoso, severamente anegadas, los vecinos alertaron de la desaparición de algunos niños. “No sabemos dónde están. Durante la noche la corriente de agua en las calles fue muy fuerte. Yo pude salvar a dos ancianos con una sábana y a una muchacha que la agarré por el cabello”, relató Jenifer Ramírez mientras intentaba sacar de su casa lo poco que no se mojó y dañó, mientras sus vecinas desesperadas intentaban salir del lugar para conseguir algo de comer para sus hijos, quienes a las 11.00 a.m. no había desayunado porque con la inundación se perdió hasta la comida.
La cifra de familias afectadas se maneja de manera preliminar en dos mil. Pero es un número que puede variar porque aún se está haciendo el levantamiento de los reportes en todo el municipio.
En Goaigoaza, una de las parroquias más afectadas, al menos mil 200 familias se encuentran incomunicadas por el colapso del puente sobre el río Miquija. Ahí, habitantes de las comunidades Villa Astrid, Miquija, Las Carpas y Parapeto, solo pueden salir caminando con el riesgo de pasar sobre el puente que está severamente comprometido. Tampoco cuentan con servicio de electricidad ni agua desde las 5:00 p.m. del martes.
Mientras que en la autopista Valencia – Puerto Cabello continúa la emergencia. Los deslizamientos persisten y el paso está obstaculizado. Funcionarios de la Guardia Nacional y la Policía Nacional Bolivariana se encargan bajo la lluvia de habilitar un canal de contraflujo en la vía en sentido contrario.
Lacava informó que se conformó, en el Destacamento 25 de la GN, el Comando Integral de Defensa para atender la emergencia. Se instalaron además cuatro centros de acopio en Puerto Cabello. En uno de ellos, ubicado en el Gimnasio Cubierto hay 19 familias en situación de resguardo por la alcaldía, al estar damnificados, según informó el director de la Policía Municipal, Yosbel Solórzano.
Joaquín Ortiz y su esposa decidieron dejar la mañana del miércoles en casa de un prima a su hijo de dos meses, para poder ir a Las Llaves y constatar el estado de su residencia. Fue en ese momento cuando se dieron cuenta que lo habían perdido todo. “Esto no es justo. Lo peor es que cada vez que los del gobierno necesita votos iene, prometen y se toman fotos, y ahora que nos quedamos sin nada nadie ha venido a traernos ni agua”, lamentó la esposa de Joaquín, al ver que hasta la ropa de su bebé se había perdido.
CD
