El asesinato de la pequeña Jessica Biscaia, una nena de tres años, conmocionó a Portugal. Las investigaciones apuntan a que la niña fue víctima de un secuestro y de torturas por una deuda de 400 euros que tenía su madre con una bruja llamada “Tita”.
Por tn.com.ar
La nena ingresó esta semana en un hospital de Setúbal – a unos 50 kilómetros de Lisboa – con un paro cardíaco y los médicos no consiguieron salvarla.
La autopsia reveló signos de torturas, como hematomas visibles por todo el cuerpo y cabellos arrancados y la policía detuvo a tres personas por el crimen: Ana Cristina, una mujer de 52 años que se hacía pasar por ama de casa, su marido, de 58 años, y la hija de ambos, de 27 años.
La pareja está acusada de homicidio calificado, secuestro y extorsión y su hija de denegación de auxilio por no denunciar ni avisar a urgencias.
La madre de Jessica habría contratado un servicio de brujería para mantener la relación con su pareja
Según el diario Correio da Manha, las investigaciones apuntan a que la madre de Jessica, Inés, habría acudido a Ana Cristina, conocida como “la bruja Tita” para que hiciera “un trabajo de brujería” y mantener la relación con el padrastro de la nena.
Al no pagar la deuda de 400 euros, la mujer y su marido secuestraron a Jessica y la tuvieron retenida durante cinco días. Además, la drogaron y la golpearon hasta que entró en un cuadro agónico.
La policía investiga también a la madre de la pequeña que, según medios locales, durante el secuestro dijo que se encontraba en una colonia de vacaciones para evitar que los servicios sociales le retiraran la custodia.
La situación de Jessica ya había sido investigada por la Comisión de Protección de Niños y Jóvenes que archivó el caso a principios de junio por considerar que la niña estaba protegida en el seno familiar.
“Es algo que choca a todos” y obliga a “investigar los fallos en el sistema para que puedan ser corregidos”, admitió la ministra de Presidencia, Mariana Vieira da Silva, número dos del Gobierno portugués. Abogados, funcionarios y expertos reflexionan en Portugal sobre los errores en cadena que terminaron con la muerte de Jessica.
Pelea en el funeral de Jessica
El funeral de Jessica tuvo lugar este viernes y puso al descubierto las internas en la familia. La abuela paterna de la niña volvió a demostrar su indignación por la situación, gritando de dolor afuera de la iglesia y en presencia de la Policía, mientras que el abuelo materno se descompensó y tuvo que ser asistido por una ambulancia.
Los ánimos también subieron cuando la madre de Jessica, Inés, salió de la capilla y fue recibida al grito de “asesina” por algunas de las personas presentes, que hasta la amenazaron de muerte, indicaron medios locales.
Inés no se bajó del auto mientras enterraban a su hija y al final, varias personas golpearon las ventanillas del vehículo, forzando una auténtica huida mientras la Policía intentaba contener la furia de la gente, precisó el diario Jornal da Noticias.
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