Rousseff admitió posibilidad de ser derrotada el domingo

De acuerdo con O Globo, los diputados decididos a votar ayer por la destitución de la presidente suman 320 de los 342 necesarios para el impeachment

La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, admitió la posibilidad de derrota en la votación del impeachment que se realizará el domingo en la Cámara Baja, al tiempo que propuso, sin mencionar detalles, un pacto en caso de que la propuesta de juicio político en su contra no sea aprobada, informó O’Globo.

“Si yo pierdo, soy la carta fuera del barajo”, dijo la mandataria en entrevista concedida a un grupo de periodistas en el Palacio de Planalto.

Rousseff admitió que no posee el número necesario para detener el juicio político, pero expresó su determinación de luchar “hasta el último minuto” para salvar su mandato, razón por la cual decidió presionar personalmente a los parlamentarios que todavía apoyan al gobierno con el fin de asegurar los votos para salvar su gobierno.

Los diputados decididos a votar por la destitución de Rousseff suman 320, 111 están en contra y 82 legisladores están indecisos, de acuerdo con O Globo.

El Partido Social Democrático, que lidera Gilberto Kassab, ministro de Ciudades, anunció ayer que la mayoría (31 de 38) de sus diputados se ha manifestado a favor de una posible destitución de la presidente

Esa amenaza se acentuó el martes cuando dos partidos de la base aliada –el Partido Progresista y el Partido Republicano Brasileño (con un total de 69 diputados)– anunciaron su ruptura con la coalición estructurada en torno al Partido de los Trabajadores de Rousseff y su predecesor Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010).

Un juicio de destitución puede abrirse si cuenta con el apoyo de 342 de los 513 diputados (2/3) y luego con el de más de la mitad del Senado. En ese caso, Rousseff sería reemplazada por su vicepresidente, el centrista Michel Temer, a la espera de que los senadores fijen posición en relación con un fallo definitivo, en un plazo de seis meses.

Los partidarios de ambos bandos llamaron a movilizaciones masivas el fin de semana en Brasilia. Las fuerzas de seguridad tendieron un vallado a lo largo de la explanada donde los manifestantes desde ayer empezaron a montar sus carpas.

AFP