El Gobierno de China aseguró este martes que su cooperación con Venezuela está basada en el intercambio entre dos estados soberanos, por lo que señaló que no «apuntan» a ningún tercero, en referencia a EE. UU.
«Los intercambios y la cooperación normales entre China y Venezuela son la cooperación entre dos estados soberanos, que no apunta a ningún tercero y no está sujeta a interrupciones o influencias de ningún tercero», detalló la portavoz de la Cancillería de China, Mao Ning, en su habitual rueda de prensa.
Tales palabras obedecen a una pregunta sobre supuestas informaciones de que Nicolás Maduro pidió equipos militares a Rusia, China e Irán, ante posibles ataques de Washington.
Sobre el despliegue militar estadounidense, Ning dijo que el gigante asiático tiene una postura clara sobre «la represión de Estados Unidos contra los llamados ‘cárteles de la droga’ en el Mar Caribe».
«China apoya el esfuerzo de combatir los delitos transfronterizos a través de una cooperación internacional más fuerte y se opone al uso o la amenaza de usar la fuerza en las relaciones internacionales», acuñó.
Asimismo, señaló que se oponen a las medidas que socavan «la paz y la estabilidad en la región de América Latina y el Caribe, y nos oponemos a las ‘operaciones coercitivas’ unilaterales y excesivas contra los buques de otros países».
«Esperamos que Estados Unidos participe en la cooperación judicial y de aplicación de la ley normal a través de marcos legales bilaterales y multilaterales», sentenció.
Contexto de las operaciones
EE. UU. ha llevado a cabo una serie de operaciones recientes contra embarcaciones que atribuye a redes de tráfico y a la creciente política estadounidense de calificar y atacar a determinados grupos como “narco‑terroristas”.
La expansión de estas operaciones incluidas incursiones en el Pacífico y el Caribe en semanas anteriores ha tensado las relaciones con gobiernos de la región como Venezuela y Colombia y encendido debates en el Congreso estadounidense.
El presidente Donald Trump afirmó recientemente que también autorizó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a llevar a cabo operaciones encubiertas en Venezuela. Sin embargo, el pasado viernes negó que su gobierno «esté preparando un ataque contra objetivos militares en Venezuela», desmintiendo reportes de medios estadounidenses que afirmaban que la Casa Blanca ya había aprobado esa medida.
Por su parte, el Gobierno de Nicolás Maduro considera las operaciones estadounidenses como un preludio de un posible ataque contra Venezuela.
La semana pasada, el Ejecutivo venezolano expresó su respaldo al pronunciamiento del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, quien condenó los bombardeos militares ejecutados por Estados Unidos en el Caribe y el Pacífico, que según la Cancillería, han dejado más de 60 fallecidos.
