Los candidatos de oposición al Gobierno en Chile se impusieron rotundamente en la elección de segunda vuelta de gobernadores regionales y se quedaron con 15 de 16 regiones del país.
A los tres candidatos de centroizquierda que ya habían ganado la elección en primera vuelta el pasado 15 y 16 de mayo en las regiones de Valparaíso (centro), Aysén (sur) y Magallanes (sur), se sumaron otros 12 en las regiones de (de norte a sur): Arica, Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Metropolitana, Libertador Bernardo O’Higgins, Maule, Ñuble, Biobío, Los Ríos y Los Lagos.
En el desglose, el partido de centroizquierda Demócrata Cristiano ganó cuatro regiones; el Partido Socialista de centroizquierda, se quedó con cuatro regiones; el bloque Frente Amplio, de izquierda, con dos regiones; y los otros cinco ganadores son independientes apoyados por partidos de oposición.
Solo en la región de La Araucanía, en el sur del país, se impuso la derecha con el candidato independiente Luciano Rivas, que recibió apoyo del partido oficialista Evolución Política.
La contienda que más concentró la atención de los medios fue la Región Metropolitana, que alberga a la ciudad de Santiago, donde el conteo de votos fue muy estrecho entre la candidata del Frente Amplio, Karina Oliva, y el demócrata cristiano, Claudio Orrego.
Finalmente, este último se llevó la victoria con un 52,62% de los votos, frente a un 47,38% de Oliva.
Por primera vez los chilenos pudieron elegir a los gobernadores regionales a través del voto popular, pues antes la máxima autoridad de la región era elegida por el presidente de la República bajo el nombre de intendente.