Lima, una de las capitales de Latinoamérica con más contaminación atmosférica, registra esta semana el aire más limpio de los últimos tres años debido a la cuarentena obligatoria que ha confinado desde el lunes a toda la población peruana en sus casas para frenar la propagación del coronavirus COVID-19.
Esta medida, unido a la prohibición de circulación de vehículos particulares, ha dejado casi desiertas las calles de la capital peruana, la cuarta ciudad más grande de Suramérica con 10 millones de habitantes y habitualmente colapsada por un caótico tráfico que lleva hasta tres horas atravesar la urbe de un lado a otro.
Casi el 90 % de los cerca de 2 millones de vehículos que transitan a diario por Lima están detenidos, y eso ha llevado a que la contaminación del aire sea menos de la mitad que los niveles registrados en estas mismas fechas hace dos años, según indicó este viernes a la Efe la ministra de Ambiente, Fabiola Muñoz.
«Tenemos una reducción de menos de la mitad, y es básicamente porque no hay carros en las calles. En Lima, el 58 % de las emisiones responden al parque automotor y otro porcentaje es aportado por las industrias que en este momento también están paralizadas», explicó Muñoz.
Un 50% menos de contaminación
Durante los tres primeros días sin automóviles, el aire de Lima presentó niveles de entre 15 y 35 microgramos por metro cúbico de partículas contaminantes de 2,5 micras (milésima parte de un milímetro) o menos de tamaño (PM 2,5), lo que supone un diámetro menor al de un cabello humano.
En 2018 los mismos registros arrojaron hasta 75 microgramos por metro cúbico y en 2019 hasta 44, todos ellos tomados en estaciones de la zona este de Lima, que habitualmente siempre presenta mayor contaminación atmosférica que el resto de la ciudad por concentrar las partículas que arrastra el viento de otras zonas.
Se trata de un fenómeno similar al ocurrido en Madrid, donde también bajo el aislamiento de la población la contaminación del aire se ha reducido en casi el 60 %, al pasar de 101 microgramos por metro cúbico a 43.
Muchos de los habitantes en Lima hasta afirman que el cielo de Lima, marcado permanentemente por un tono grisáceo y deslucido, se ve en estos días más azul, algo apoyado en los datos recogidos por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) en coordinación con la Dirección General de Calidad Ambiental del Ministerio del Ambiente.
Lección para movilidad urbana
«Esto nos tiene que enseñar que somos nosotros los que contaminamos el ambiente y los que tenemos la oportunidad de mantener esta situación, como por ejemplo usar más la bicicleta, avanzar hacia la movilidad eléctrica y usar más vehículos a gas natural», indicó Muñoz.
«Claramente vamos a volver a tener emisiones cuando volvamos a la normalidad, y ahí es donde todos y todas tenemos que comprometernos a pasar las revisiones técnicas y reducir la cantidad de vehículos que contaminan», agregó.
La titular de la cartera de Ambiente de Perú abogó por implementar «el bono del chatarreo» para sacar de circulación los vehículos más contaminantes y cambiarlos por otros más amigables con el medio ambiente, como los propulsados por energía eléctrica o gas.
Muñoz valoró que en los últimos años los niveles de contaminación del aire en Lima han ido bajando «pero todavía no es suficiente» para alcanzar los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud, que son de 10 microgramos por metro cúbico de media al año.
«Normalmente tenemos tres veces más emisiones de las que deberíamos tener, y eso hace que tengamos mucha menos calidad de aire que otras grandes ciudades de América Latina. Ahora tenemos un promedio de 16, pero todavía se tiene que llegar a 10», señaló.
La cuarentena sigue
La ministra manifestó su confianza en que durante la cuarentena general, que se mantendrá al menos hasta final de marzo, Lima podrá llegar incluso a menos de 10 microgramos.
«La gente está quedándose en las casas mayoritariamente pero todavía ayer se encontraron algunas personas que transitaban sin justificación», dijo Muñoz sobre la cuarentena.
«Esperamos no tener que incrementar las medidas si la gente las cumple, pero si no las cumple, tendremos que hacerlo. Si hacemos lo correcto, no deberíamos tener que ampliar las medidas», reiteró.
Desde que el 6 de marzo se confirmó el primer caso, en Perú se registran cinco fallecidos por el COVID-19 y 318 casos, tras analizar pruebas de casi 5.000 personas. EFE