Las confesiones del sicario estrella de Pablo Escobar

Hoy, tras 23 años de cárcel, alias «Popeye» camina por las calles de Medellín y los colombianos lo reconocen.

El periodista Ricardo Canaletti viajó a Colombia para tener un mano a mano con John Jairo Velásquez Vásquez, el sicario preferido del narco Pablo Escobar. Popeye, como es conocido, recuperó su libertad luego de 300 asesinatos y 23 años de cárcel.

Hoy, alias Popeye camina por las calles de Medellín y los colombianos lo reconocen. Es el otro patrón del mal, y le contó a Canaletti sobre una de las organizaciones criminales más grandes del mundo: el Cartel de Medellín.

De acuerdo con el diario Clarín, Velásquez participó en el asesinato del candidato presidencial de Colombia, Luis Carlos Galán Sarmiento, y mató al comandante de la policía, Valdemar Franklin Quintero. Para conversar con el periodista, John Jairo prefirió ir al barrio Pablo Escobarporque “esa es su zona”. También, “es ahora la fábrica de sicarios de Pablo Escobar”.

“Medellín es una ciudad donde hubo 540 policías muertos, 800 heridos y 2100 muertos de nosotros”, relató Popeye. “Fue una guerra total. Había que ser buen asesino, disparar rápido, tener un talento para matar”, agregó.

Cuando uno mata se cree Dios, porque se toma la decisión de que una persona viva o muera

“Hay que pegar dos tiros en la cabeza de las cejas para arriba y listo… El que trabaja de las cejas para abajo no es un sicario profesional”, le dijo Popeye a Canaletti para explicar el arte de su antiguo oficio: ser asesino profesional.

Velásquez Vásquez habló también de una historia de amor y muerte… de traiciones: tuvo que matar a su novia.

Wendy Chavarriaga Gil fue una de las mujeres de Pablo Escobar. El exsicario explicó que “cometió el craso error de quedarse embarazada, porque el patrón le tenía prohibido eso”. Para “el patrón”, la mujer “de mala intención se hizo embarazar”, y por eso “le mandó un médico e hizo que le sacaran al bebé”.

Cuando eso pasó, la joven se convirtió en enemiga del narco colombiano. “Ella me enamoró para que le dijera dónde estaba Pablo Escobar y entregarme a las autoridades para poder llegar a él. “Caí como un bobo”, dijo Popeye.

Tras investigarla, Escobar descubrió que la mujer hablaba con la Policía, el Ejército, la DEA y la CIA. En ese momento, la orden de matar a Wendy Chavarriaga se volvió urgente.

“Cuando uno mata se cree Dios, porque se toma la decisión de que una persona viva o muera”, sentenció quien fuera la mano derecha del narco más temido de todos los tiempos.

Popeye programó una cita en un restaurante y mandó a dos de sus hombres. “Cuando la vi muerta tirada en un charco de sangre me salió un espíritu maligno del alma y sentí una tranquilidad muy fuerte”, aseguró.

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