La zona de Francia más castigada por la pandemia, frustrada ante la lentitud en la vacunación

Hospital en Mulhouse Francia

En la ciudad de Mulhouse, en el este de Francia, duramente afectada por el covid-19 desde el comienzo de la epidemia, Anny Roth, de 70 años, sale sonriente de un centro de vacunación, agradecida de haber evitado las frustraciones de muchos de sus amigos.

«Piensan que soy un genio de la informática», explica la mujer respecto a su éxito en la utilización del sitio internet, que genera citas en línea para la vacunación y que muchos jubilados tienen dificultad en utilizar.

«Todos me preguntan cómo lo hice. Tuve suerte», declara, en un edificio deportivo municipal, que abrió el lunes como primer lugar de vacunación pública, en esta ciudad de 110.000 habitantes.

En toda Francia, cada vez más centros como éste abren sus puertas, en plena polémica contra el gobierno sobre la lentitud de la campaña de vacunación, a la zaga de otros países europeos.

Aunque los franceses se encuentran entre los más escépticos del mundo en materia de vacunas, la alcaldesa de Mulhouse Michèle Lutz afirma que la demanda es alta en su municipio, debido a la primera ola devastadora de coronavirus en marzo y abril de 2020.

Los residentes recuerdan el constante zumbido de los helicópteros sobre las calles desiertas de la ciudad, que trasladaban pacientes de los hospitales desbordados a otras instalaciones en Francia, e inclusive en Alemania.

La alcaldesa recuerda con emoción su visita a la morgue, donde había ataúdes amontonados unos sobre otros.

Aunque se alegra de las primeras inyecciones y reconoce la complejidad de la distribución de las vacunas Pfizer/BioNTech, que deben mantenerse a -70 Cº, critica el tiempo perdido por el gobierno.

«Sabíamos desde noviembre que las vacunaciones serían posibles. Todo el trabajo de coordinación, aplicación y logística podría haberse realizado mucho antes», denuncia esta representante de la oposición al gobierno central.

Con una capacidad máxima de aproximadamente 200 citas diarias en Mulhouse y quejas generalizadas sobre el sistema de reservas, el personal del ayuntamiento recibe regularmente llamadas de los habitantes enojados.

– Alemania avanza más rápido con la vacunación –

Debido a la ubicación de Mulhouse, en la frontera con Alemania, los habitantes se dan cuenta de que el progreso es más rápido del otro lado del Rin.

Alemania ha vacunado a 1,4 millones de personas, casi el doble de las 963.000 que recibieron la inyección en Francia, según las últimas cifras.

«Aquí, en Alsacia, se es siempre un poco ambivalente con respecto a Alemania», admite el médico Patrick Vogt, cuya abuela cambió de nacionalidad en siete ocasiones durante las guerras de finales del siglo XIX y XX.

Otros países vecinos de Francia también comenzaron más rápido, como Gran Bretaña que administró más de 5 millones de inyecciones e Italia 1,25 millones, según el sitio ourworldindata.org.

El gobierno francés ha defendido en varias ocasiones su estrategia de vacunación, que reconoce ser más lenta.

Las personas elegibles -principalmente los mayores de 75 años y otras categorías de personas vulnerables- necesitan una receta médica, deben firmar cláusulas de exención de responsabilidad y tienen además un plazo para tomar su decisión.

El primer ministro Jean Castex insiste en que Francia no tiene que «ruborizarse» y respondió recientemente a las críticas afirmando «no se juzga al comienzo un partido que va a durar 90 minutos».

También destacó que el sistema francés de detección está entre los mejores de Europa y que el número de nuevos casos de coronavirus y de muertes es menor.

El gobierno francés parece estar en camino de alcanzar el objetivo de un millón de vacunaciones en los próximos días, pero el tiempo apremia para el doctor Vogt, ya que el país corre el riesgo de enfrentarse a una tercera ola de covid-19 debido a la propagación de variantes más contagiosas. AFP