Ni las amenazas de los grupos nacionalistas homófobos ni una contramanifestación de los judíos ultraortodoxos amedrentaron este jueves a los 20.000 asistentes al desfile del orgullo LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) que, según estimaciones de la prensa hebrea, desfilaron por el centro de Jerusalén en el acto de reivindicación más multitudinario de este colectivo que se recuerda en la conservadora Ciudad Santa.
La marcha discurrió por un circuito cerrado vallado y escoltada por un amplio despliegue policial. Los participantes en el desfile fueron cacheados para impedir que portaran armas.
La muerte a consecuencia de un ataque perpetrado en la marcha de 2015 de una chica de 16 años, acuchillada por un judío ultraortodoxo que causó además heridas a otras cinco personas, ha obligado a extremar en los últimos años la seguridad en la gran parada del orgullo de Jerusalén.