Con la presencia de la señora Astrid Schomaker, Secretaria Ejecutiva de la Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), el señor Mauricio Cabrera, Viceministro de Medio Ambiente de Colombia, y representantes de diferentes países, la delegación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) presentó la Iniciativa de Apoyo AGRI-NBSAPs (National Biodiversity Strategies and Action Plans), que busca ayudar a los países a identificar, integrar e implementar soluciones agroalimentarias respetuosas con la biodiversidad en los procesos nacionales de planificación y presupuestación, como contribución a sus estrategias y planes de acción nacionales sobre la diversidad biológica.
“Necesitamos un diálogo mucho más inclusivo en la necesidad de reconciliar la producción alimentaria con la sostenibilidad. Debemos conversar y llegar a un consenso sobre cómo el consumo y la producción insostenibles de alimentos tienen que cambiar. Como reducir el desperdicio de alimentos que está superando otras crisis”, señaló la Secretaria Ejecutiva de la CBD, Astrid Schomaker.
El señor Godfrey Magwenzi, Director de Gabinete y líder de la delegación de la FAO, integrada por la señora María Helena Semedo, exdirectora adjunta; y el Señor Embajador Marcel Beukeboom, de la Representación Permanente ante la FAO por el Reino del Países Bajos; destacó que de acuerdo con las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible número dos: Hambre Cero, la Organización trabaja en pro de la reducción del hambre, garantizar la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición, a la vez que se promueve la agricultura sostenible.
Por su parte, el Viceministro Cabrera anunció agregó que “necesitamos sinergias entre sectores para implementar prácticas agrícolas amigables con la biodiversidad, así como el contar con políticas vigentes y la capacitación de las instituciones nacionales y a productores”.
“Siendo la biodiversidad la piedra angular de nuestros sistemas agrícolas, hoy presentamos la iniciativa Agri-NBSAPs, pues estamos frente a un escenario de suma importancia: si la biodiversidad disminuye, corremos el riesgo de perder nuestra capacidad de alimentar al mundo de forma sostenible, saludable y nutritiva”, agregó Magwenzi.
La iniciativa Agri-NBSAPs brindará apoyo específico a los gobiernos en sus esfuerzos por identificar e implementar acciones en los sistemas agroalimentarios que les permitan cumplir con los compromisos en materia de biodiversidad descritos en sus planes de acción nacionales sobre la diversidad biológica. Este apoyo se centra en la capacidad institucional, la coherencia de las políticas, la participación de las partes interesadas, la generación de conocimientos y el acceso a la financiación.
Hasta el momento la FAO ha brindado apoyo técnico y financiero a más de 40 países en el desarrollo e implementación de sus estrategias y planes de acción nacionales sobre biodiversidad, y seguimos recibiendo solicitudes de países para el asesoramiento político, la asistencia técnica y las prácticas de integración en sus Planes Nacionales”, dijo el Director de Gabinete de la FAO.
Pronunciamiento que fue avalado por el Embajador Marcel Beukeboom, de la Representación Permanente ante la FAO por el Reino de los Países Bajos, afirmando que “este es un importante paso adelante en nuestros esfuerzos colectivos para cumplir con el objetivo del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal”.
¿Por qué es importante hablar de biodiversidad en la producción agroalimentaria?
Aunque los sistemas agroalimentarios son contemplados como elemento clave en el Plan de Biodiversidad, adoptado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad de 2022, reciben en gran medida una atención limitada en el desarrollo y la aplicación de políticas de biodiversidad, incluidas las Estrategias Nacionales de Biodiversidad y Planes de Acción (NBSAPs, por sus siglas en inglés).
Los sectores agroalimentarios (agricultura, ganadería, pesca, acuicultura y actividad forestal) dependen de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos que esta proporciona. Sin embargo, su funcionamiento actual es insostenible. Contribuyen a un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y a la pérdida de biodiversidad, a través de la deforestación, la contaminación y la sobreexplotación de especies, entre otras.
Los suelos, por ejemplo, presentan problemas como la erosión, que pueden causar hasta un 50 % de pérdidas en el rendimiento de las cosechas, lo que repercute en los medios de vida de los agricultores, en nuestro medio ambiente, la agricultura y la alimentación.
En relación con el agua, la agricultura se enfrenta a retos complejos de aquí al 2050 para alimentar a una población que alcanzará 9 000 millones de personas. Se estima que se necesitará más agua para producir el 60 % de los alimentos adicionales que se calcula serán necesarios, problemática que afecta actualmente a 2 400 millones de personas que viven en países sometidos a estrés hídrico.
Otra de las preocupaciones está en la deforestación. De acuerdo con cifras de la FAO, cada año 10 millones de hectáreas a de bosques se pierden debida a esta. Mejorar la capacidad de respuesta de los gobiernos y comunidades es esencial para adelantar acciones como el monitoreo, el cierre de la frontera agrícola con el Manejo Forestal Sostenible de productos maderables y no maderables, y el fortalecimiento de la gobernanza territorial.
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