A una madre y su hija las acusan por estrangular y asesinar a una joven embarazada de nueve meses de gestación para arrancarle el bebé de su vientre en Chicago, Estados Unidos.
Clarisa Figueroa (46) y su hija Desiree (24), enfrentan cargos por homicidio en primer grado por el asesinato de Marlen Ochoa-López de 19 años de edad. A la víctima la reportaron como desaparecida el pasado 23 de abril, el mismo día en que visitó la casa de las ahora imputadas.
Las autoridades informaron que Piotr Bobak (41), novio de Clarissa, lo acusaron por ayudar a ocultar el crimen. Según informó la Policía de Chicago, la menor confesó a los agentes que ayudó a su madre a asesinar a la víctima.
A la infortunada chica la estrangularon con un cable coaxial el cual hallaron en un cesto de basura de la vivienda. Allí también localizaron los restos mortales de Ochoa-López.
Las autoridades hasta el momento desconocen las motivaciones de los asesinos. Sin embargo, sospechan que Clarisa Figueroa, quien perdió a un hijo en 2017, pretendía criar al recién nacido.
A Ochoa-López, casada y con un hijo de tres años, se la vio por última vez el pasado 23 de abril cuando salía de la escuela Secundaria Alternativa Latino Youth. Caminaba en dirección al hogar de las acusadas, en donde ya había estado en anteriores oportunidades.
Crimen a sangre fría
Ese día tenía que haber ido a recoger a su hijo a la guardería, pero nunca llegó. De acuerdo a la Policía y familiares, la víctima había conocido a sus asesinas a través de un grupo de Facebook, ahora cerrado, cuyas integrantes dan apoyo a madres en gestación.
Según dijo el jefe adjunto de los detectives de la Policía de Chicago, Brendan Deenihan, la víctima fue a la casa de Clarisa Figueroa para recoger ropa y un coche para bebés. Una vez en el interior, donde entró con engaños, la asesinaron y al bebé lo extrajeron de su vientre.
Poco después, según la investigación policial, Clarisa Figueroa hizo una llamada al teléfono de emergencia 911 para avisar que el niño recién nacido tenía problemas para respirar. Luego lo ingresaron en estado crítico a un hospital cercano donde se encuentra en cuidados intensivos. Presenta daños cerebrales.
Desiree Figueroa declaró a los agentes que su madre había dado a luz al bebé. No obstante, las pruebas de ADN confirmaron que el recién nacido es hijo de la víctima y de su esposo, Yovani López.
Los agentes procedieron esta semana a interrogar a las mujeres y examinar la vivienda. De igual manera, dentro de la casa se encontraron restos de sangre, ropa quemada y contenedores con líquidos de limpieza. El cadáver estaba en el interior de un cubo de basura en el patio trasero.