Un exitoso proyecto internacional de rescate del guacamayo de Spix (‘Cyanopsitta spixii’) mediante reproducción en cautiverio permitió recuperar las poblaciones silvestres de esta ave en Brasil, comunicó este domingo a The Guardian el biólogo Tom White, del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. y asesor técnico del proyecto de rescate. Las primeras ocho aves de esta especie, que era considerada extinta en su entorno natural, se liberaron hace un mes en la caatinga, una región de matorrales y bosques espinosos del noreste de Brasil. Su último ejemplar en estado natural no fue avistado después del año 2000.
Con su cabeza gris y su plumaje azul, Blu, un ejemplar de estos pequeños guacamayos, fue el protagonista del largometraje de animación ‘Río’ del 2011, que se erigió como un ícono mundial de la lucha contra la destrucción de la fauna silvestre y la pérdida de la biodiversidad.
Según AgenciaBrasil, hace dos años 52 ejemplares de estas aves fueron llevados desde el criadero alemán de la Asociación para la Conservación de Loros Amenazados a un vivero en Curaçá, en el estado brasileño de Bahía. El interés fue adaptarlos a poco a poco a la vida salvaje. Para ello se mezclaron con guacamayos maracaná (‘Primolius maracana’) silvestres mantenidos brevemente en cautiverio para que el pequeño guacamayo azul, al asociarse con esta especie nativa muy adaptada al entorno, aprenda dónde obtener comida y a evadir a los posibles depredadores.
El guacamayo de Spix, descubierto en 1819 por el biólogo alemán Johann Baptist Ritter von Spix, ha enfrentado un proceso drástico de disminución de sus poblaciones naturales, y hasta este año solo se mantenía en cautividad. Entre las principales causas de su desaparición se encuentra la destrucción de su hábitat natural a causa de la agricultura. También jugó su papel negativo la captura de ejemplares para el comercio ilegal de especies.
Desde la última década del pasado siglo se puso en marcha un programa internacional de cría de estas aves pertenecientes a colecciones privadas, en colaboración con Brasil. Como resultado del proyecto, varios cientos de guacamayos de Spix ya han sido criados en cautiverio. A partir de 2018, en Brasil se estableció un refugio de vida silvestre de guacamayos en el estado nororiental de Bahía.
Según António Eduardo Barbosa, coordinador del Plan de Acción Nacional para la Conservación del Guacamayo de Spix, el proceso de liberación se considera «suave», pues durante un año se continuará suplementando a las aves con alimento, y las puertas del recinto se mantendrán abiertas durante el día para que las que deseen regresar puedan hacerlo. Las aves estarán supervisadas con transmisores y los biólogos estudiarán su comportamiento en el entorno natural.
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