Juan Manuel Abal Medina, que fue jefe de Gabinete de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, admitió ante la Justicia haber recibido dinero de empresarios para campañas electorales, como surge en la investigación por el presunto pago de sobornos a funcionarios kirchneristas.
«Siempre entendí que dichos aportes de privados eran voluntarios y de ninguna manera exigidos bajo coerción», dijo Abal Medina en un escrito presentado al juez Claudio Bonadío, indicaron fuentes judiciales al diario La Nación y al portal Infobae, reseñó DPA.
Bonadio está a cargo de la causa abierta a partir del hallazgo de ocho cuadernos que entre 2005 y 2015 escribió el chofer de Roberto Baratta, que fue el «número dos» del ya desaparecido Ministerio de Planificación Federal en el kirchnerismo.
Según esas anotaciones, que fueron publicadas por La Nación, Abal Medina aparece mencionado en 2013 cuando «recibió dinero que había sido entregado por el empresario Juan Carlos de Goycoechea», ex directivo de la compañía española Isolux.
De Goycoechea estuvo detenido en el caso pero obtuvo la excarcelación al dar su testimonio bajo la figura legal de «imputado colaborador» y, según fuentes judiciales, haber aportado información en la investigación judicial.
Abal Medina se desempeñó entre el 10 de diciembre de 2011 y el 20 de noviembre de 2013 como jefe de Gabinete de la entonces presidenta y actual senadora opositora peronista Fernández de Kirchner.
Su testimonio representa, hasta el momento, el más importante que brinda a la Justicia un ex funcionario kirchnerista en el caso.
Bonadío, en tanto, tomará declaración este viernes al empresario Luis Betnaza, directivo del Grupo Techint, el más importante de Argentina y uno de los más poderosos de la región.
Hasta el momento había dado su testimonio en el caso Héctor Zabaleta, otro directivo de Techint, que aparece mencionado en las anotaciones del chofer y que en la Justicia se acogió al beneficio legal de «colaborador imputado» para obtener su libertad.
Entre los empresarios que se presentaron en la Justicia hasta el momento se encuentra Angelo Calcaterra, primo del presidente argentino, Mauricio Macri, que admitió haber recibido presiones para aportar dinero a las campañas del kirchnerismo.
Calcaterra fue hasta hace un año propietario de la empresa constructora IECSA, fundada por la familia Macri, que aparece mencionada en los cuadernos del chofer Centeno.