La mortalidad causada por la “epidemia” de sobredosis de drogas en Estados Unidos es 3,5 veces más alta en comparación con otros 17 países con “altos ingresos”, concluyó un informe de la Universidad del Sur de California (USC) divulgado este jueves.
El estudio evidenció que las muertes por sobredosis disminuyen en 12 % la expectativa de vida para los hombres y en 8 % para las mujeres en el país.
“Estados Unidos están sufriendo una epidemia de sobredosis de drogas de magnitud sin precedente, no solamente al analizarlo por su propia historia sino también al compararlo con la experiencia de otros países de altos ingresos“, afirmó hoy Jessica Ho, autora del estudio.
La investigación, publicada este jueves en la revista científica Population and Development Review, afirma que se trata de la primera que demuestra que la epidemia de sobredosis de drogas “está contribuyendo a aumentar la diferencia entre la expectativa de vida en Estados Unidos y otros 17 países con altos ingresos”.
A comienzos del siglo XXI, Finlandia y Suecia tenían los más altos niveles de mortalidad por sobredosis de drogas, mientras en la actualidad los índices de mortalidad por esta causa en EE UU duplican los de estos dos países.
“La mortalidad por sobredosis de drogas en Estados Unidos es ahora más de 27 veces más alta que en Italia y en Japón, países con los índices de muertes más bajas por sobredosis”, detalla el estudio.
Los expertos analizaron cifras de la Base de Datos de Mortalidad Humana creado por la Universidad de California Berkeley, y de la Base de Datos de Mortalidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras fuentes.
“En promedio, los estadounidenses viven 2,6 años menos que las personas en otros países de ingresos altos”, anotó Ho, profesora de la Escuela de Gerontología Leonard Davis de USC.
Señaló que esto coloca a Estados Unidos “más de una década atrás de la expectativa de vida alcanzada por estos países de alto ingreso“.
Más de 70.000 personas murieron por sobredosis de droga en Estados Unidos en 2017, reseñó el estudio de datos oficiales, que detallaron en enero pasado que los estadounidenses son más propensos hoy en día a morir de una sobredosis accidental de opioides que en un accidente automovilístico.