El giro de tuerca que cambia la historia del hombre que se vestía de colegiala: ¡No era un acosador!

La activista Bélgica Ledesma, presidenta de Diversidad Wanka, un colectivo que respalda los derechos de la comunidad LGBTI en Huancayo, se acercó el último viernes a la Dirección Nacional de Investigación Criminal (Divincri) para conversar con Thalía Solis, la mujer trans detenida por ingresar a la escuela femenina Rosa de América, en el distrito de El Tambo.

Thalía, actualmente en libertad, estaba entonces esposada y bajo el resguardo de cuatro efectivos. Bélgica no pudo tomar fotografías. Es más, no conocía a la investigada. Supo del caso por televisión y porque, en la víspera, hubo una vigilia ciudadana para que continuara en la dependencia.

La conversación fue breve, pero determinante. Thalía le dijo que ingresó a grabar un TikTok en el colegio, jamás al baño. No abundó en detalles. Estaba asustada, ajena a la realidad, recuerda Ledesma. En efecto, las diligencias cotejaron que en su celular no había contenido vinculado a pedofilia.

Antes de ser trasladada a la dependencia policial, Thalía fue agredida por los padres de familia que la sindicaban por el acoso y pedofilia. Foto: AndinaAntes de ser trasladada a la dependencia policial, Thalía fue agredida por los padres de familia que la sindicaban por el acoso y pedofilia. Foto: Andina

Tampoco presenta antecedentes policiales ni denuncias sobre acoso a niñas, como ratificaron las cámaras y autoridades de la institución. En su domicilio, personal de Fiscalía halló materiales de pedicurista y otros uniformes, nada más.

“Lo que sí hay es un tema de salud mental, pues Thalía se comunica como una niña de 12 años. Ella se siente niña. Y es una situación compleja porque, en general, la sociedad andina es muy rígida con la identidad trans”, dijo la activista a Infobae mediante una llamada telefónica.

Para el comunicador Jorge Apolaya, organizador de la Marcha del Orgullo, el caso ha sido empleado para reforzar la LGBTIfobia en el país, al comparar la identidad de género con una característica criminal y al estigmatizar al colectivo trans.

Las diligencias fiscales no hallaron indicios de delito. Foto: Andina
Las diligencias fiscales no hallaron indicios de delito. Foto: Andina

Desde la Policía Nacional (PNP) y el Ministerio Público —que abrió una investigación preliminar por el delito contra la libertad sexual-tocamientos, actos de connotación sexual o libidinosos (grado de tentativa)— han hecho uso del ‘nombre muerto’ de Thalía.

Aunque esta práctica puede ser accidental, también se emplea para descartar intencionalmente la identidad de género de una persona. Hasta ahora, ambas instituciones no han difundido información aclaratoria.

“La prensa y periodistas juegan con el sensacionalismo aprovechándose maliciosamente del estigma que existe contra la población LGBTI. Ojo, de eso tampoco escapan los grupos conservadores y sus peones antiderechos LGBTIfóbicos”, ha escrito Apolaya en un hilo de Twitter.

infobae

Según el activista, también se debe tener mucho rigor con el discurso de que “son los heterosexuales los que más violan, porque puede sonar a justificación y esa no debería ser la intensión”.

“La población LGBTI también puede enfrentar problemas de salud mental, como cualquier persona heterosexual, pero una cosa es la orientación, identidad y expresión de género y otra los problemas de salud mental que puedas enfrentar”, matizó.

Thalía Solis “jamás debió estar dentro de la escuela, así sea para grabar videos de TikTok. [Aunque] hay medios y periodistas que han afirmado mentiras que nunca podrán corroborar”, continuó. De hecho, la noticia ha sido replicada en la prensa mexicana, colombiana e inglesa.

La periodista Gianna Camacho, primera funcionaria trans en la historia de la comuna limeña, hizo hincapié en la normalización de relacionar a las personas LGBTI en delitos sexuales. “Sin embargo, recordemos que la mayoría de agresores sexuales detenidos y/o procesados no se identificaban como LGBTI”, precisó.

“En este caso, en particular, no se sabe si es un trastorno o una afilia. Eso lo debe determinar un profesional con una evaluación psicológica o psiquiátrica. Sin embargo, es importante hablar del abordaje de salud mental, no dar un diagnóstico de lo que creemos, nos parece o puede ser”, señaló.

“Si luego de una evaluación psicológica o psiquiátrica no se encuentra nada, debemos comenzar a ver otras aristas de la conducta humana —añadió—. Cuando esté listo el diagnóstico sería importante conocerlo para tranquilidad de las personas que apoyan a Thalía o sienten empatía con su caso”.

Tuit de Jorge Apolaya
Tuit de Jorge Apolaya

Lo mismo ha pedido una amiga que la conoce desde hace una década. “Cuando escuché que un hombre vestido con el uniforme de las escolares, como mamá dije ‘cómo es posible, está mal de la cabeza’ —reconoció—. [Pero] cuando vi la foto de Thalía me chocó; entré en un shock. Sé que entró [al colegio] no con mala intención, sino como un sueño frustrado de no haber terminado sus estudios”, dijo la allegada a HuancaYork Times.

Según su testimonio, Thalía llegó desde Lima, desplazada por el rechazo de sus padres, un panorama que, bajo la mirada de Jannet Cuyutupa, presidenta de Perú Diversa, puede trastocar la salud mental.

“El rechazo o expulsión de casa trae consecuencias. Esta noticia, más bien, debería decirnos que no se debe generalizar, que los estereotipos y prejuicios son gravísimos y que es imperante el soporte psicológico a la comunidad LGTBI”, comentó la activista.

Al momento de ser detenida, y bajo el soporte de otras compañeras trans, Thalía ha mantenido su defensa: “No me puedo arrepentir porque no he hecho nada malo”. Pese a que se ha aclarado su identidad trans, algunos titulares todavía la tachan.