Descifran parte del misterio del coronavirus: ¿Quién tiene más riesgo?

“Coronavirus”, una palabra desconocida para muchos hace sólo tres meses, forma parte ahora de la vida de miles de millones, que aprenden cada día un poco más sobre esta enfermedad combatida por los médicos de todo el mundo.

– ¿Quién tiene más riesgo?

La gravedad de la covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, aumenta con la edad, como lo han demostrado diferentes estudios.

El último, publicado el 31 de marzo en la revista médica británica The Lancet, muestra que la enfermedad es en promedio mucho más peligrosa para las personas mayores de 60 años, con una tasa de mortalidad del 6,4%, que se duplica (13,4%) para los mayores de 80 años contra el 0,32% en los menores de 60 años, según un estudio basado en cientos de casos chinos observados en febrero.

El trabajo demuestra que la proporción de pacientes que requieren hospitalización se incrementa bruscamente con la edad: 0,04% para la franja de 10 a 19 años, 4,3% en la de 40 a 49 años, 11,8% entre de 60 y 69 y 18,4% para mayores de 80 años.

Además de la edad, tener una enfermedad crónica (insuficiencia respiratoria, enfermedad cardíaca, antecedentes de accidente cerebrovascular, cáncer …) es un factor de riesgo.

En un informe reciente sobre 10.000 muertos, el Instituto Superior de Salud (ISS) italiano identificó patologías comunes en los fallecidos. Las más frecuentes son hipertensión (73,5% de los casos), diabetes (31%) o cardiopatía isquémica (una afección cardíaca grave, 27%).

Por último, según un análisis publicado el 24 de febrero por investigadores chinos en la revista médica estadounidense Jama, la enfermedad es benigna en el 80,9% de los casos, “grave” en el 13,8% y “crítica” en el 4,7%.

– ¿Cuántos muertos provoca?
Si se relaciona el número de muertos en el mundo con la cantidad de casos registrados oficialmente, el COVID-19 mata al 5% de los pacientes.

Pero la supuesta tasa de mortalidad debe tomarse con precaución ya que no está claro cuántas personas realmente han sido infectadas.

Como muchos pacientes desarrollan pocos síntomas o ninguno, es probable que el número de casos detectados sea mayor, lo que reduciría la tasa de defunciones.

Además, los países tienen políticas de tests muy diferentes y algunos no hacen pruebas sistemáticas a todos los casos sospechosos.

En realidad, si se toma una estimación de casos no detectados, “probablemente da una tasa de mortalidad de alrededor del 1%”, o “10 veces más que la gripe estacional”, explicó hace unas semanas el estadounidense Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, ante el Congreso.

El estudio publicado en The Lancet estimó en 1,38% la proporción de muertos entre los casos confirmados.

Sin embargo, el peligro de una enfermedad no solo depende de la tasa de mortalidad absoluta sino también de su capacidad de propagarse .

Aunque solo muera el 1% de los pacientes, “puede dar cifras significativas si el 30% o el 60% de una población está infectada”, explica el doctor Simon Cauchemez, del Instituto Pasteur de París.

Otro factor que agrava la mortalidad es la saturación de los hospitales debido a una afluencia masiva. Esto complica no solo el tratamiento de pacientes con formas graves de COVID-19, sino también de todos los demás.

– ¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas más comunes “incluyen problemas respiratorios, fiebre, tos, sofocos”, enumera la OMS. Cada uno de ellos puede estar más o menos presente según el caso, y la evolución es fluctuante, con altibajos.

Otro síntoma común es la pérdida del olfato y el gusto. Según un reciente estudio belga realizado en 417 pacientes infectados con la variante “no grave”, el 86% presentaba trastornos del olfato (la mayoría de ellos no olía nada) y el 88% del gusto.

Los síntomas generalmente duran dos semanas y pueden agravarse en una segunda fase.

“En los casos más graves, la infección puede provocar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e incluso la muerte”, según la OMS.

No hay vacuna ni medicamento, y el tratamiento está enfocado en paliar los síntomas. A algunos pacientes se les administran antivirales u otros tratamientos experimentales, cuya efectividad se está evaluando.

– ¿Cómo se transmite?

El virus se transmite principalmente por vía respiratoria y por contacto físico. La transmisión por vía respiratoria se produce a través de las gotas de saliva expulsadas por el enfermo, por ejemplo cuando tose. Los científicos estiman que esto requiere una distancia de contacto cercana (alrededor de un metro).

Para evitar el contagio, las autoridades sanitarias hacen hincapié en la importancia de algunas medidas: evitar estrechar la mano y besarse, lavarse las manos con frecuencia, toser o estornudar en el hueco del codo o en un pañuelo desechable, y ponerse una mascarilla si uno está enfermo

Además es posible contagiarse tocando un objeto infectado y luego llevándose la mano a la cara (ojos, nariz, boca

Un estudio publicado a mediados de marzo en la revista estadounidense NEJM mostró que el nuevo coronavirus es detectable hasta dos o tres días en superficies de plástico o acero inoxidable, y hasta 24 horas en cartón.

Sin embargo, estas duraciones máximas son solo teóricas, ya que se midieron en condiciones experimentales.

“No es porque un poco de virus sobreviva que será suficiente para infectar a una persona que toca esa superficie. De hecho, al cabo de unas horas probablemente ya no sea contagioso”, subrayan las autoridades sanitarias francesas en una página web oficial.

Otra incógnita es la capacidad del coronavirus de transmitirse a través del aire espirado y no solo al toser o estornudar. Este modo de transmisión, objeto de mucha especulación en las últimas semanas, aún no está científicamente probado.

– ¿Es posible infectarse dos veces?

¿Es posible contagiarse, curar, dar negativo y después infectarse? Algunos casos en Asia lo plantean.

En la medida en que estos casos fueron aislados, los científicos piensan que estos pacientes en realidad nunca se curaron. La prueba negativa puede deberse a que se realizó mal o a una presencia muy baja del virus en el cuerpo.

Sin embargo, todavía no hay certeza sobre la inmunidad que se puede adquirir contra el coronavirus.

Tomando como ejemplo otras enfermedades virales, los especialistas estiman probable que una vez curada, la persona sea temporalmente inmune. Esto aún no se ha probado.

Sin embargo, no se sabe cuánto dura esta supuesta inmunidad. Y esto es crucial.

“Si una persona puede, en teoría, quedar inmunizada durante un período prolongado, por ejemplo, de 12 a 24 meses, entonces puede regresar a lugares públicos de manera segura (…) Por el contrario, si la inmunidad es muy corta, una persona que ya ha sido infectada podría volver a estarlo muy pronto después de la curación”, detalla el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) en Washington, reseña AFP