Dos atacantes suicidas detonaron sus bombas mientras hombres armados abrieron fuego en las afueras del aeropuerto de Kabul el jueves, en medio del intenso operativo para evacuar a personas que desean huir de Afganistán luego de la retirada estadounidense y el ascenso del Talibán al poder.
Por lo menos 13 personas murieron y 15 resultaron heridas, informaron autoridades rusas.
Varios militares estadounidenses, incluyendo infantes de marina están entre los muertos, y otros militares estadounidenses están entre los heridos, informó una fuente de Washington. No quedaba claro si esa cifra estaba incluida en la mencionada por Rusia.
Una de las bombas estalló justo en medio de un grupo de personas que estaban paradas en medio de charco de agua sucia bajo un intenso calor. El estallido arrojó a sus víctimas hacia el agua fétida. Personas que poco antes esperaban abordar aviones para salir de Afganistán cargaban a los heridos a las ambulancias, sus propias ropas empapadas de sangre.
Un funcionario estadounidense indicó que “definitivamente se cree” que el ataque fue realizado por el grupo Estado Islámico.
El funcionario, que habló bajo condición de anonimato para comentar sobre las operaciones en curso, precisó que varios miembros del ejército estadounidense resultaron heridos en el ataque del jueves, en el que participaron dos terroristas suicidas y hombres armados.
El portavoz del Pentágono John Kirby también confirmó los estallidos, indicando que uno fue cerca del aeropuerto y otro al lado de un hotel no muy lejos de allí.
En Moscú, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que el par de bombas en conjunto dejaron por lo menos 13 muertos y 15 heridos.
El grupo Estado Islámico es más radical que los talibanes y ha perpetrado una oleada de atentados contra civiles.
El funcionario señaló que los vuelos de evacuación han seguido despegando del aeropuerto de Kabul en los últimos días de un puente aéreo para ayudar a la gente a huir de la toma de Afganistán por parte de los talibanes.
Las explosiones del jueves ocurren mientras miles de personas se han aglomerado en las afueras del aeropuerto de Kabul, tratando de salir de Afganistán, días después de que varias naciones occidentales advirtieron sobre la posibilidad de atentados allí.
Un afgano dijo haber visto a varias personas aparentemente muertas o heridas en la explosión entre la gente aglomerada en uno de los portones de entrada al aeropuerto de Kabul. Adam Khan dijo que algunas de las víctimas parecían haber perdido extremidades. Dijo que se encontraba a unos 30 metros (90 pies) del lugar de la explosión.
Horas antes, varios gobiernos llamaron a sus ciudadanos a evitar la zona del aeropuerto. Uno de ellos mencionó específicamente la posibilidad de un ataque suicida con bomba. A pesar de ello, pocas personas hicieron caso.
En días recientes, el aeropuerto ha sido escenario de algunas de las imágenes más dramáticas de la caótica retirada estadounidense y el súbito ascenso del Talibán al poder. Vuelo tras vuelo han ido despegando, llevándose a gente que teme una repetición del brutal régimen que los talibanes impusieron en la década de 1990.
Algunos países ya han cesado sus evacuaciones y han empezado a retirar a sus soldados y diplomáticos, indicio del principio del fin de uno de los puentes aéreos más extensos en la historia. El Talibán ha prometido no atacar a las fuerzas occidentales durante la evacuación, pero ha insistido en que las tropas extranjeras deben salir del país para el 31 de agosto, el plazo fijado por Estados Unidos para la retirada.
Durante la noche surgieron advertencias de países occidentales sobre un ataque inminente de la filial afgana del grupo Estado Islámico, cuyas filas probablemente han crecido gracias a la masiva liberación de prisioneros por parte de los talibanes en su marcha hacia el poder.
El ministro británico de las fuerzas armadas James Heappey declaró el jueves a la BBC que hay “reportes muy, muy creíbles de un ataque inminente” en el aeropuerto, posiblemente “en las próximas horas”.
El primer ministro belga Alexander De Croo indicó que su país había recibido partes de Estados Unidos y otras capitales sobre “la amenaza de ataques suicidas contra concentraciones de personas”.
El embajador estadounidense en Kabul, Ross Wilson, declaró que “hay maneras seguras” para que ciudadanos estadounidenses lleguen al aeropuerto, pero que “sin duda” habrá afganos que cooperaron con los norteamericanos que no podrán salir del país antes del fin de la evacuación.
Tarde la noche del miércoles, la embajada estadounidense advirtió a sus ciudadanos en Afganistán que se mantengan alejados de tres entradas del aeropuerto debido a una amenaza. Australia, Gran Bretaña y Nueva Zelanda también advirtieron a sus ciudadanos que no vayan al aeropuerto.
Hay “una amenaza muy creíble de un ataque terrorista”, indicó el ministro de exteriores australiano. AP