Xuper TV llegó para reemplazar a Magis TV, pero lejos de ofrecer mejoras o nuevas funciones, mantiene intacta la esencia del servicio: acceso a más de mil canales latinoamericanos y europeos, además de películas, series y estrenos recientes, sin contar con las licencias correspondientes.
El cambio de marca se limita a un rediseño en tonos azules y la solicitud a los usuarios de descargar una nueva versión APK para acceder al catálogo.
La metodología de distribución también permanece sin cambios: enlaces a archivos de instalación desde sitios web alternativos y promoción en redes sociales y canales de mensajería. Este procedimiento permite a la plataforma esquivar restricciones legales, pero también mantiene los mismos riesgos que su predecesora.
Xuper TV y Magis TV, ilegales
Según expertos en ciberseguridad, como ESET, la falta de licencias convierte a Xuper TV en una plataforma pirata de IPTV, que transmite contenidos protegidos sin autorización y vulnera las leyes de derechos de autor y propiedad intelectual. Las autoridades de varios países latinoamericanos ya han bloqueado dominios, eliminado aplicaciones y abierto investigaciones judiciales tanto contra desarrolladores como usuarios que facilitan su uso.
Más allá del marco legal, el mayor peligro se encuentra en la seguridad de los dispositivos. Al instalarse únicamente mediante archivos APK fuera de tiendas oficiales, se desactivan protecciones integradas y se incrementa el riesgo de infecciones. ESET advierte que Xuper TV solicita permisos críticos en Android: acceder a almacenamiento, contactos, cámara, micrófono, instalar software adicional y ejecutar procesos en segundo plano sin advertencia.
Estos permisos permiten operaciones invasivas: robo de información personal, contraseñas, fotos, grabaciones e incluso datos bancarios. También facilitan la instalación de software adicional difícil de remover, lo que en varios casos obligó a formatear los dispositivos para eliminar completamente la amenaza.
En resumen, la transición de Magis TV a Xuper TV no trae beneficios para el usuario: mantiene la ilegalidad, los riesgos de seguridad y la exposición a posibles sanciones legales, convirtiéndose en un peligro tanto digital como judicial para quienes decidan utilizarla.
