Poco después del lanzamiento en televisión de Sábado Gigante, comenzó a aparecer un curioso personaje que llevaba por nombre El chacal de la trompeta. Al principio, le llamaban Bulnes, el chacal de la trompeta y estaba vestido con una máscara y una capucha.
Según narró Don Francisco, titular de la famosa emisión, en un video que dio a conocer en su cuenta de Instagram, que cuando el programa llegó a Estados Unidos le agregaron el vestuario con el que fue reconocido, una túnica y una capucha completa que cubría el rostro, ambas en color oscuro, con decoraciones en dorado o plateado. Como sello característico tenía dicho instrumento que hacía sonar estruendosamente cuando alguien desafinaba en un concurso de talentos.
Así, se convirtió en uno de los miembros importantes de la emisión. Durante años, fue un misterio su identidad. Leonardo Núñez Guerrero, un músico, fue uno de ellos y trabajó en esta producción por dos décadas, según el mismo dio a conocer hace unos años.
“Tuvimos muchos chacales diferentes. A uno de ellos le dio Alzheimer, en medio de sus actuaciones, y tuvimos que cambiarlo por otro”, relató Don Francisco en dicho audiovisual. “Hubo un chacal que estuvo muchos años con nosotros, que era un chileno que venía especialmente a nuestros programas”.
El último que representó a este simpático personaje fue, nada más y nada menos, Julián Gil, quien permaneció con el traje hasta el último momento. “Al final, Julián Gil, en el último programa quiso hacer de chacal, se sacó la máscara y apareció Julián”, concluyó Don Francisco.
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Sin duda El chacal de la trompeta, que permaneció en Sábado Gigante durante sus 50 años de transmisión, ya es un icónico personaje que quedó en los anales de la historia de la televisión.