Iván Loscher, el vendedor de quesos que se convirtió en una voz continental

Durante casi 5 décadas de carrera, el filósofo narró más de 3.000 comerciales nacionales e internacionales y escribió 7 libros

Karla Francheschi/El Nacional

Iván Loscher, ¡gran cosa!, Iván Loscher… ¿yo soy locutor de radio? ¡Yo soy mil cosas más! (…) Soy, entre muchas otras cosas, un ser humano con una cantidad de vivencias que puedo compartir”: así se describió Iván Loscher en 1980, en una entrevista con El Nacional.

En ese momento había hecho radio durante más de una década. Ya era considerado una de las voces más importantes del país. Obtuvo el título de locutor en 1968 y al año siguiente comenzó a trabajar en Radio Capital. “Antes de hacer radio vendía quesos en un camión. Entré cuando Napoleón Bravo y Cappy Donzella ya eran estrellas”, decía.

La carrera de Loscher comenzó en plena época de la contracultura. Su norte era elevar el rock a una expresión existencial, aseguraba. Ayer, el disc-jockey que contribuyó a moldear el gusto musical de varias generaciones de venezolanos falleció luego de una larga batalla contra el cáncer.

“Él se encontró una serie de voces establecidas y llegó con música vanguardista. Eso hay que verlo en el contexto de un tiempo donde no había Internet: un vinil viajaba de Londres a Caracas y se lo prestaban al locutor, que lo grababa en un casete para ponerlo al aire. Así era que la gente se enteraba de lo nuevo de Led Zeppelin y de los Rolling Stones”, asegura Eli Bravo, con quien Loscher compartió cabina en el programa Rock and Rock.

Aunque se graduó de filósofo siempre quiso ser locutor, aseguraba Loscher en cada entrevista. Su andar en la radio comenzó como guionista del espacio Hablemos de Caracas, en el que Adolfo Martínez Alcalá contaba anécdotas sobre la ciudad. Su voz y su pasión por la música y por la radio trascendieron fronteras: grabó más de 3.000 comerciales nacionales e internacionales y, al momento de su muerte, tenía programas en Radio Tiempo Network (Colombia), Actualidad Radio (Miami), Pop Radio (Argentina), Radio Mágica y Americatel (Perú).

De casi 50 años de carrera del presentador queda el registro de su respeto por el oyente, dice Tinedo Guía, que comenzó al mismo tiempo que Loscher en Radio Capital. “Aparte del dolor de la pérdida de un amigo, quedan su espíritu, su entusiasmo, la dedicación, la disciplina y las ganas de aprender”, añade el presidente del Colegio Nacional de Periodistas.

Loscher siempre estuvo al día con la música. No solo fue el presentador de rock de los sesenta y los setenta. Viajó a través de las décadas con facilidad y siempre se mantuvo actualizado de las nuevas tendencias. “Mi época es esta”, decía.

Esa capacidad de reinvención es una de las características que recuerda el locutor Polo Troconis, que incluso compartió casa con Loscher y con quien estuvo en cabina en el programa Iván y Polo, desde 2012.

Cuando ese espacio tenía apenas un mes al aire, Loscher sufrió dos ACV. “Él siempre se caracterizó por tener una gran memoria y cuando regresó ya no tenía la misma capacidad para recordar. Además perdió el filtro y decía lo primero que se le venía a la cabeza. ‘Me convertí en un tipo divertido’, decía. No dejó de hacer radio. Esa circunstancia la aprovechó para reinventarse. Así fue con la música y con su paso de AM a FM”, cuenta Troconis.

Loscher, además, escribió varios libros entre los que se destacan La venganza de la momia aztecaElla era tan bella que levantaba sospechas y Alternativas a la imposibilidad de sembrar el petróleo, que coescribió junto con Juan Pablo Pérez Alfonzo. En ellos, afirma Bravo, se pueden conseguir pistas sobre la persona que fue el DJ.

“En sus libros hay mucho de él. Especialmente en los de los setenta, como El hombre devastado o Todas son de izquierda. Incluso en los recientes. Esos textos hablan mucho de la manera de ver el mundo que tenía Iván, absurda, fascinante y delirante”, finaliza Bravo.