El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta una fuerte desaceleración del crecimiento del PIB en 2023 frente a 2022 y una leve recuperación a 4,5% en 2024.
Muy difícilmente se cumplirá el pronóstico de inflación para Venezuela del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2023, según el cual el indicador de precios subiría 250% este año, mientras que el alza de 230% prevista para 2024 podría considerarse, quizás, «positiva», al menos por ahora.
Lo cierto es que, al mes de septiembre, la inflación anualizada en Venezuela subió 317,63%, según el Banco Central de Venezuela, mientras que, de acuerdo con la estimación del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), el alza en 12 meses fue de 396%.
Estos datos sugieren que, frente al último trimestre del año, sería sorprendente ver una desaceleración tan pronunciada como para que el indicador de precios se acercara a las estimaciones del multilateral.
El FMI publicó este martes 10 de octubre su informe de Proyecciones Económicas, correspondiente a octubre, el cual tituló «Navegando sobre las Divergencias Globales».
Sobre Venezuela, el ente multilateral aclara que las proyecciones sobre las perspectivas económicas deben ser vistas con cautela, porque el FMI no recibe estadísticas oficiales del país, no se han producido las reuniones previstas en los estatutos y los números estimados son difíciles de conciliar con fuentes más certeras.
De hecho, el FMI señala que la última reunión de evaluación sobre la situación económica del país con las autoridades venezolanas, de acuerdo con la previsión del Artículo IV del estatuto del Fondo, se realizó en 2004; sin embargo, el organismo pudo revisar su data de indicadores a partir de 2012, por lo que se infiere que algún contacto hay con el gobierno de Venezuela.
No obstante, «Para la mayoría de los indicadores, los datos para 2018-22 son estimaciones del personal técnico del FMI. Los efectos de la hiperinflación y la escasez de datos notificados significan que las proyecciones del personal técnico del FMI deben interpretarse con cautela», porque «estos datos están rodeados de gran incertidumbre».
En el contexto latinoamericano y caribeño, Venezuela sigue con la mayor inflación y por amplia ventaja. Según el FMI, Argentina tendría un alza inflacionaria de 135,7% en 2023 y de 69,5% en 2024. Los otros dos casos graves son Haití, con 30,1% este año y 12,7% al cierre del próximo, y Surinam, con 40% en 2023 y 20% en 2024.
Por ello, Venezuela fue excluida de los promedios proyectados para la región y el mundo por el FMI.
FMI: Venezuela crece, pero menos…
El FMI estima que la economía venezolana creció 8% en 2022, que sería el mejor resultado en una década, durante la cual acumuló 6 años de contracción, pero de cara a 2023, el incremento del PIB sería equivalente a la mitad del año anterior, con un alza de 4%, mientras que en 2024 habría una ligera mejora hasta 4,5%.
En este punto, los números del FMI también lucen «optimistas». El BCV no ha actualizado su información sobre el comportamiento del PIB desde septiembre de 2022, pero el OVF reporta una contracción de -7% de su índice de actividad económica al cierre del primer semestre, sin indicios de mejoría en el tercer trimestre.
Los datos del FMI en esta categoría ubican a Venezuela sobre el promedio regional, inferior a 3% tanto en 2023 como en 2024, pero los datos que más resaltan en la lista de naciones son los de Guyana, que se mantendría, por mucho, como la economía de mayor expansión en la región.
Según el multilateral, el país vecino crecería 26,6% este año y 13,5% en 2024, unos datos positivos, pero no comparables con las tasas de 43,5% en 2020 y 62,3% en 2022. La nación con la que Venezuela se disputa la soberanía sobre el territorio Esequibo puede llegar a producir cerca de 1.000.000 de barriles por día de petróleo al final de la década.
Por otra parte, el FMI proyecta para Venezuela saldos positivos en la cuenta corriente de la balanza de pagos en 2023 y 2024, con 2,2% este año y 3,4% del PIB al cierre del próximo ejercicio, lo que podría explicarse por un posible aumento de las exportaciones petroleras.
El FMI no proyecta cifras de empleo para Venezuela como sí lo hace para el resto de los países miembros.