El alza pronunciada que ha experimentado el dólar en las últimas semanas obedece a una baja oferta de divisas por la venta de gasolina.
Según César Aristimuño, director general de la firma consultora Aristimuño Herrera & Asociados (AH&A), «El consumo de combustible ha pasado de 100.000 barriles diarios antes de la pandemia, a cerca de 36.000 barriles hasta finales de junio, y a cifras aun inferiores al comparar las tres primeras semanas del mes en curso, con el mismo período del año pasado», lo que explicaría que la banca pública pasó de ser un gran participante en la oferta de divisas hasta el mes pasado, a tener ahora una escasa oferta en las mesas de cambio, dada la fuerte caída en la venta de dólares, contenida por las transacciones de las gasolineras.
Además, el economista destaca que los oferentes de divisas adicionales, como el Arco Minero, presentan severas restricciones dado el limitado trafico aéreo derivado de la pandemia de Covid-19 y por una mayor severidad en las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Este conjunto de elementos generan una situación de oferta de divisas severamente limitada y, en consecuencia, es de esperar que el precio del dólar siga subiendo. De hecho, ya a nivel corporativo se están realizando operaciones de venta en dólares a un precio superior al de los portales que anuncian dicha cotización.