El esloveno Tadej Pogacar (UAE), vigente campeón, conquistó este jueves en Longwy la 6ª etapa del Tour de Francia y se colocó como nuevo líder de la general.
Pogacar arrebató el maillot amarillo al belga Wout van Aert, gran animador de esta etapa, la más larga del Tour con cerca de 220 kilómetros.
El esloveno, dos veces campeón del Tour y con siete victorias de etapa, superó al australiano Michael Matthews y al francés David Gaudu en un esprint en subida, la víspera de la primera llegada en alto, en la Planche des Belles Filles.
«Hoy se nos presentó una buena oportunidad y el equipo creía en mí. Estoy muy feliz por haber ganado pero no lo imaginaba antes de la salida», explicó Pogacar tras su victoria.
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«Hasta ahora todo va bien para nosotros después de seis etapas. Mañana (viernes) comienza la parte montañosa del Tour. Hay mucho de eso este año. Estamos preparados para defender el maillot amarillo en los próximos días», afirmó.
En la clasificación general, el joven esloveno de 23 años cuenta con cuatro segundos de ventaja sobre el estadounidense Neilson Powless y 31 segundos sobre el segundo clasificado el año pasado, el danés Jonas Vingegaard.
«Vamos a ir día a día. Primero, llega la Planche des Belles Filles. Queremos evidentemente brillar y tratar de ganar la etapa, es una etapa importante. Luego ya veremos. Es imposible saber qué puede ocurrir, pero haremos todo lo que podamos para defender el maillot amarillo hasta el final del Tour», afirmó.
La escapada de Van Aert, que le tuvo bajo los focos varios minutos aunque de dudoso interés táctico, y el viento favorable permitieron cerrar la etapa con una media de más de 49 kilómetros por hora.
En una primera parte de etapa desbocada (101,6 kilómetros en dos horas), Van Aert lo intentó hasta provocar una escapada de tres corredores con el estadounidense Quinn Simmons, el más joven del pelotón del Tour (21 años), y el danés Jakob Fuglsang (37 años), a… 148 kilómetros para meta.
El pelotón concedió hasta cuatro minutos al trío lanzado en esa aventura temeraria liderada por un Van Aert omnipresente desde la salida del Tour.
Después del esprint intermedio (km 145), Fuglsang terminó por ceder y Van Aert prosiguió junto a Simmons. Por detrás de ese dúo, el pelotón redujo la velocidad y la escapada se mantuvo en torno a los dos minutos antes de fundirse en los últimos 40 kilómetros.
Solo en cabeza al frente de los 30 últimos kilómetros, el belga acabó por ser alcanzado -y dejado atrás- a once kilómetros para meta.
El ruso Aleksandr Vlasov se fue al suelo poco después. Tras la etapa tranquilizó, afirmando que tenía «unos cortes y unas heridas, pero no demasiado graves».
Por delante, Alexis Vuillermoz atacó en la penúltima subida, a seis kilómetros, pero fue alcanzado a menos de 1.500 metros para meta.
Van Aert se fija un nuevo objetivo
En el esprint Pogacar superó a Matthews y se vistió el mismo maillot con el que acabó el Tour el año pasado.
Van Aert habló después de la etapa de su larga escapada de la sexta etapa, afirmando que quería «rendir honor» con ella «al maillot amarillo» que llevaba en ese momento.
«Quise continuar para rendir honor al maillot amarillo y hacer disfrutar un poco al público. Sabía que con los esfuerzos que había realizado no podía batallar más por la victoria al final», admitió.
En la salida de la eetapa, en Binche, Van Aert fue felicitado por el mítico exciclista belga Eddy Merckx. Van Aert finalizó 103º en la etapa, a 7 minutos y 28 segundos de Pogacar.
«Es verdad que el maillot amarillo es más bonito, me ha gusto, pero me va a gustar el verde. Ahora voy a asumir otro papel, continuando cazando puntos para el maillot verde (clasificación por puntos) y ayudando al máximo a mis compañeros de equipo», afirmó. AFP
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