El británico Tom Pidcock venció en el emblemático tramo de montaña, consiguiendo su segunda conquista como ciclista profesional. El hombre del Ineos Grenadiers resistió en la fuga y dejó en el camino a sus perseguidores con un veloz ataque que ninguno pudo resistir. En la lucha por el maillot amarillo, Pogacar atacó y se mostró fuerte, pero no logró picarle ningún segundo a Jonas Vingegaard. Nairo Quintana tuvo una buena participación, pero sufrió el desgaste y cayó un puesto en la general.
La etapa 12 del Tour de Francia volvió a presentar un escenario de alta montaña. Esta vez fueron los 165,5 kilómetros que unieron Briancon con el mítico Alpe d’Huez, la cual arrojó empinadas y desgastantes subidas. Con esa dificultad, fue Tom Pidcock quien se convirtió en ganador de manera contundente.
El joven británico redondeó una carrera sólida luego de sostenerse en la fuga y dejar en el camino a sus perseguidores con un potente ataque que no pudo seguir el sudafricano Louis Meintjes, que finalizó escolta a 48 segundos de distancia. El tercer lugar fue para el veterano, también del Reino Unido, Chris Froome, ya a más de dos minutos.
Este triunfo en los Alpes franceses es la coronación más importante en la corta trayectoria del corredor de Leeds de solo 22 años, que también se quedó con la distinción al más combativo de la jornada. Es su segunda participación en un torneo grande (estuvo en la Vuelta de España del año pasado) y fue campeón olímpico de bicicleta de montaña.
Tras la competición, Pidcock se fundió en un abrazo de felicitaciones de su compatriota Geraint Thomas, el predecesor como vencedor en esta legendaria cima.
“No sabía qué hacer, no sabía si me estaba esforzando demasiado. Fue increíble, una experiencia loca”, manifestó el británico, quien ahora es el ciclista más joven en la historia en ganar en Alpe d’Huez, superando al colombiano Luis Herrera, que mantenía ese récord tras su victoria en 1984.
El inglés aseguró que es “ambicioso” y que este año está en el Tour de Francia “para aprender”, pero avisó que su objetivo es más grande. “Ya he ganado una etapa, he cumplido ese objetivo. En el futuro quiero venir con otras metas”, recalcó.
El otro foco del día estuvo puesto en el pelotón de los favoritos, donde hubo un nuevo capítulo en la lucha por el maillot amarillo con el primer intento de revancha de Tadej Pogacar.
A pesar de que el esloveno no pudo salirse del control que levantó el equipo Jumbo-Visma, dio un mensaje de entereza con una secuencia de ataques en los últimos kilómetros rumbo a la meta. Este duelo con el danés Jonas Vingegaard promete tener nuevos capítulos en las etapas venideras.
El principal gregario del maillot amarillo fue el estadounidense Sepp Kuss al marcar el ritmo del pelotón en los últimos kilómetros. Por su parte, Wout van Aert hizo lo propio en el comienzo; en tanto que Primoz Roglic, uno de los que arribó a Francia con aspiraciones de título y ahora está dedicado a labores de equipo, padeció el desgaste del miércoles y estuvo lejos del protagonismo.
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A falta de cuatro kilómetros, Pogacar intentó fugarse del pelotón dos veces, pero en ambas fue neutralizado por Vingegaard. Ya sobre la meta, el hombre del UAE Emirates esprintó a fondo buscando al menos descontar segundos, pero tampoco tuvo éxito.
“Para mi primer día en amarillo en mi carrera, fue una jornada excepcional. El desgaste del día era mejor para mí en la última subida, me conviene cuando el final es menos explosivo”, dijo Vingegaard, que subrayó que estuvo “tan fuerte como Pogacar”.
El esloveno ratificó su condición de luchador ahora que corre de atrás en la búsqueda por ser el ganador del Tour de Francia. “Queda mucho y estoy listo para la batalla”, advirtió.
“Tras la jornada de ayer no estaba con confianza. Necesitaba recuperarla y me habría gustado estar un poco mejor en esta jornada. Vingegaard es un ciclista muy fuerte”, agregó.
Nairo Quintana bajó el rendimiento y un lugar en la tabla
El colombiano que ayer terminó segundo y fue protagonista de la etapa, este jueves no pudo repetir. Si bien estuvo junto a los favoritos durante casi todo el trayecto, los últimos kilómetros fueron difíciles y no pudo sostener el ritmo.
Como consecuencia, Nairo llegó 14° y concedió 1:11’’ a Vingegaard, Pogacar y los demás del pelotón en la clasificación general. Ahora, el boyacense está en el sexto escalón a casi cuatro minutos del danés.
Quintana destacó “el ritmo al que se ha subido el puerto” y la “increíble fuerza de los corredores, que cada año va en aumento”. “Para ciclistas de la edad mía o de Froome, adaptar el cuerpo a estos rendimientos nuevos resulta difícil”, explicó.
La alta montaña volvió a arrojar participaciones lejos de los focos principales para Daniel Martínez y Rigoberto Urán. El primero arribó 51°, a casi 20 minutos; el segundo, 82° a poco menos de 28’.
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