Oswaldo Guillén: “Entiérrenme con el uniforme de La Guaira”

El único latinoamericano en ganar una Serie Mundial como manager, asumió ayer las riendas de los Tiburones. Solo se ausentará durante la Serie Mundial por compromisos con la cadena ESPN

Andriw Sánchez R./El Nacional

Estelas de rostros y momentos bombardearon la mente de Oswaldo Guillén ayer en la mañana. Recordó vivencias con Juan Monasterios, Luis Salazar y los fallecidos Gustavo Polidor y Pedro Padrón Panza. Era algo inevitable, pues volvió a pisar el clubhouse de la derecha del estadio Universitario y se colocó la casaca de Tiburones de La Guaira, equipo que siempre defendió en las 13 temporadas que jugó en la LVBP.

Pero esos tiempos quedaron muy atrás. Ahora es el manager de los escualos, como lo fue de los Medias Blancas de Chicago por 8 años y de los Marlins de Miami. Es un sueño hecho realidad para el ex campocorto, protagonista del último título del club hace 30 años.

“Este equipo es una pasión para mí. Cuando sientes eso, todo se vuelve mucho más difícil”, dijo Guillén, luego de dirigir su primera práctica en la pretemporada salada, que comenzó a principio de semana. “Dije que no me iba a morir sin ser manager de los Tiburones. La oportunidad es esta. Ya le dije a mis hijos: ‘entiérrenme con el uniforme de La Guaira’”.

Pero los evidentes sentimientos quedaron a un lado mientras estuvo en la grama ucevista. Dio unas palabras a los peloteros presentes, luego se reunió con el cuerpo técnico y evaluó a los lanzadores William Cuevas y Ramón Ramírez, cuando se enfrentaron a bateadores.

“El primer día siempre es bueno. Es importante porque no conozco a la mayoría de los peloteros y ya me vienen las primeras ideas de lo que se puede hacer”, comentó. “Por eso pedí dos tandas de entrenamiento (mañana y tarde). Es lo mejor para que los peloteros se acondicionen más rápido, especialmente los lanzadores”.

El ser uno de los dos pilotos que han dirigido en las mayores y el único latinoamericano en ganar una Serie Mundial en ese rol (2005, con los Medias Blancas), alimentan las ansias de la feligresía litoralense para romper con la larga sequía de cetros. Pero Guillén fue muy claro sobre eso.

“¿Qué vamos a quedar campeones? Eso no lo sé, está en manos de Dios. Lo que puedo asegurar es que vamos a jugar como se debe”, afirmó. “Vamos a jugar duro. Cada vez que salgamos al terreno vamos a salir con pasión y con ganas de ganar”.

Guillén también fue sincero en cuanto al scouteo de la importación: “De verdad, no me meto mucho en eso”. Su filosofía pregona que son los peloteros criollos los que llevan a un equipo a la victoria. “Aquí los importados ayudan pero, sin quitarle crédito a ninguno, para eso también tenemos a la Liga Paralela”, explicó. “Así que le voy a dar mucha responsabilidad a la gente que va para la paralela”.

A partir de ahora, Tiburones tendrá a Guillén como su mandamás, excepto durante la Serie Mundial, cuando deberá cumplir compromisos como analista de la cadena ESPN y el coach de banco Ramón Hernández asuma un interinato.

“Tengo cien por ciento de libertad para dirigir el juego. Al que no le guste eso que me bote”, manifestó el ex torpedero. “Para mí va a jugar quien merece jugar, esa es mi actitud. Estoy seguro que ni el dueño de La Guaira, ni ningún fanático quiere ganar más juegos que yo. Esa es mi responsabilidad”.

La cifra

747 son los juegos que ganó Oswaldo Guillén en 9 años como manager en Grandes Ligas. Su única experiencia como técnico en Venezuela fue en 2006, cuando fue coach de banco por una semana de Tiburones.