Javier Mascherano, una de las figuras de la Selección en el triunfo frente a Nigeria, jugó gran parte del segundo tiempo con una marca de sangre en la cara. Es que luego de los 67′ minutos de juego, el rostro del exvolante de Barcelona tenía un profundo corte en uno de sus párpados.
El árbitro, parece que no advirtió la herida, y mucho menos el hilo de sangre que corría por su mejilla izquierda, ya que en ningún momento frenó el encuentro para que sea atendido, ni mucho menos le pidió que se retirara del campo de juego para que le pongan un apósito.
Mascherano, nuevamente dejó todo por el equipo y se lleva una nueva marca por ello.
Además, las normas de la Fifa indican que “todo jugador con herida sangrante saldrá del terreno y no podrá retornar hasta que el árbitro considere que la herida ha dejado de sangrar”. De igual manera, dicen que el afectado no podrá vestir ropa manchada de sangre, así que el argentino, con omisión del juez central, infringió esa norma.
Esta foto evidencia que el árbitro turco Cuneyt Çakir tuvo a Mascherano a pocos metros de distancia, pero no le pidió que saliera para ser atendido por los médicos de la selección.