Funeral en Sudáfrica de Chester Williams, un símbolo de los Springboks

Varios centenares de personas, entre familiares, excompañeros de equipos y aficionados, participaron este sábado en Ciudad del Cabo en el funeral del exinternacional de rugby Chester Williams, único jugador negro del equipo campeón del mundo en 1995.

El exwing, que luego pasó a ser entrenador del equipo de la Universidad del Cabo Occidental, falleció la pasada semana tras una crisis cardíaca, con apenas 49 años.

«Era un pionero, muchos chicos negros consideraban a Chester un precursor, alguien que aprovechó de la mejor manera sus cualidades y que nos hizo sentirnos orgullosos», destacó François Pienaar, capitán del XV sudafricano coronado en 1995, durante el funeral de despedida, organizado en un estadio de Ciudad del Cabo.

Chester Williams fue el único rugbier negro del equipo que ganó a los All Blacks neozelandeses (15-12) en la historia final disputada en el estadio Ellis Park de Johannesburgo, con la presencia del primer presidente negro de Sudáfrica, Nelson Mandela.

Ese torneo de 1995 marcaba el regreso de Sudáfrica al concierto del rugby mundial, tras años de boicot debido al régimen del apartheid.

En los años del apartheid, únicamente los jugadores blancos tenían derecho a formar parte de los Springboks, hasta que en 1981 Errol Tobias se convirtió en el primer jugador negro seleccionado por el equipo nacional.

«Hicimos un largo viaje juntos. Estuvo muy cerca de él, jugué con su misma camiseta para la Western Province y para Sudáfrica», recordó Joel Stransky.

Chester Williams fue el cuarto jugador de los Springboks de 1995 en morir joven, después del tercera línea Ruben Kruger en 2010 (cáncer de cerebro) y dos hombres en 2017, el medio scrum Joost Van der Westhuizen en 2017 (enfermedad de Charcot) y el wing James Small en julio (crisis cardíaca).

El título mundial ganado por los sudafricanos en 1995 se vio marcado después por sospechas de dopaje, ya que varios jugadores sudafricanos de la primera mitad de los años 1990 fueron luego víctimas, como Van der Westhuizen, de enfermedades neurológicas raras.

Hasta el momento no se demostró la relación de esas enfermedades con un eventual dopaje.