El FC Barcelona presiona y espera por el resultado de mañana del Real Madrid que enfrentará al Mallorca.
Primera parte que vuelve a evidenciar la carencia de fútbol que tiene el Barcelona de Quique Setién. Los azulgranas no han sido capaces de mandar en el partido pese a jugar en casa. Han tenido más la pelota, pero apenas han sido capaces de generar peligro. Tuvieron algún acercamiento al principio, pero poco más. Por otro lado, el Athletic ha estado valiente, con las cosas muy claras con el balón y bastante intensos en defensa. Han obligado a Ter Stegen a emplearse a fondo., Desde luego, los vascos han sido mejores en los primeros 45 minutos.
El Barcelona se impone con muchísimo sufrimiento al Athletic Club y mantiene el pulso con el Real Madrid por el liderato una jornada más. Los catalanes, que no tuvieron un buen día en la oficina, ganaron gracias a un gol de Rakitic en una jugada aislada y con algo de fortuna. Los rojiblancos hicieron méritos para algo más, pero en estos partidos, la falta de eficacia se paga.
El Barcelona solventó con más problemas de lo esperado la visita del Athletic en la primera de las finales que le quedan en esta Liga. El empate en Sevilla le quitó el privilegio de depender de sí mismo y no le queda otra que ganarlo todo y esperar un pinchazo del Madrid. Ganó, pero este Barça no es fiable. Le pasó lo de siempre. Mucho control, sensación continua de peligro cuando el balón está en los pies de Messi, pero sin llegadas claras ante la meta contraria. El único fallo defensivo del Athletic a falta de 20 minutos le dio un triunfo importante, pero que deja interrogantes. La nota positiva es que está encajando también pocos goles con un Ter Stegen que está en un nivel sensacional y eso también da puntos.
El cuadro vasco ya había derrotado esta temporada a los azulgrana en dos ocasiones y sin encajar ningún gol por lo que se esperaba un choque disputado y así fue. Gaizka Garitano, poco amigo de los cambios, revolucionó el once y dejó en el banquillo a Capa, Iñigo Martínez, Muniain, Dani García y Raúl García, a los que había que sumar al sancionado Yuri. Pese a que pueda parecer que quitar a seis titulares de golpe fue dar mucha ventaja al Barça hay que decir el cuadro vasco dio la cara en todo momento y tuvo sus ocasiones para ponerse por delante en el marcador. El trabajo de Sancet en la presión, el buen partido de Vesga y Unai López y la rapidez de Williams arriba inquietaron más de lo esperado a los locales.
Setién no rotó pese al exigente calendario que le viene con la visita a Vigo y la llegada del Atlético de Madrid al Camp Nou, en el que será la prueba más exigente que tienen en la lucha por el título. El técnico cántabro por fin pudo juntar al tridente formado por Messi, Luis Suárez y Griezmann y en el centro del campo, al estar lesionado De Jong, alineó a Arthur, Arturo Vidal y Busquets, que se perderá el choque de Vigo al ver una amarilla. Pese a dominar la posesión de forma abrumadora los de Setién se atascaban a la hora del último pase. El Athletic hacía marcaje zonal a Messi a veces de hasta tres hombres, pero los azulgrana no supieron aprovechar los espacios que había por las bandas cuando Leo tenía el balón. Al descanso, un partido más, se llegó sin llegadas claras del Barça.
La segunda parte no deparó cambios de inicio y eso desesperó a Setién, con gestos significativos en la banda. Sacó a Riqui Puig por un perdido Arthur buscando más rapidez en el movimiento del balón. Garitano reaccionó al instante y sacó a Muniain y Dani García para dar consistencia al centro del campo. El primer fallo de la defensa del Athletic estuvo a punto de aprovecharlo Griezmann pero la rápida salida de Unai Simón desbarató su oportunidad. Poco después el francés fue sustituido por Ansu Fati, que tuvo una ocasión nada más salir. También salió Rakitic por Busquets, un cambio fundamental ya que el croata acabó con lo nervios marcando el 1-0 en una jugada con varios rebotes que no supo sacar la defensa rojiblanca.
El gol dio tranquilidad a los de Setién y fue un mazazo tal para el Athletic que no supo reaccionar en lo que quedaba de partido pese a tener ya sobre el campo a más titulares como Muniain o Capa. El Barça pudo aumentar el marcador con los vascos más abiertos, como una doble ocasión de Vidal y Ansu Fati, pero el gol de Rakitic fue suficiente para seguir en la lucha por el título. Piqué, en los últimos minutos, volvió a quejarse como en Sevilla. Señal de alarma para los próximos partidos. No era un día para que fallara el Barcelona por un doble motivo: por Juan Carlos Unzué, al que mostraron todo su apoyo con unas camisetas especiales su lucha contra la enfermedad y por el cumpleaños de Leo Messi, que mañana cumple 33 años.