FC Barcelona empata el derby contra Espanyol

El Barcelona cierra 2022 como líder de LaLiga, pero empatado a puntos con el Madrid. Desde la reconstrucción económica post-Bartomeu y la deportiva post-Messi, no levanta cabeza.Lo tenía todo a su favor, pero pecó en uno de sus grandes defectos: no cerrar los partidos. El partido se desarrolló para que los de Xavi hubieran conseguido una victoria fácil, pero el Espanyol les empató en un penalti evitable de Marcos Alonso. Fue la única opción de marcar que tuvieron los pericos en todo el partido. Luego llegaron los nervios y lo pagarán con el árbitro, que ayudó al caos final, pero el caso es que el Barça debe espabilar en este aspecto por que no es la primera vez que deja escapar puntos por no saber cerrar los partido.

Su empate ante el Espanyol, en un día de Nochevieja que parecía más uno de Reyes por aquello de que pudiera jugar el sancionado Lewandowski gracias a una sorprendente cautelar navideña del juzgado que no pudo retirar el Comité de Competición en una reunión de urgencia horas antes del partido, sirve para empatar en la tabla con el Real Madrid contra el que se jugará el título liguero. No hay más candidatos posibles y sólo vamos por la jornada 15 -sacan 9 puntos a la Real, que es tercera-.

El derbi catalán parecía que no iba a tener historia. A los siete minutos el Barcelona marcó el 1-0. Córner a favor de los de Xavi que cabecearon consecutivamente Lewandowski, Chistensen y Marcos Alonso -quien marcó- sin que defensas ni portero del Espanyol pudieran intervenir. Pese al gol, el planteamiento conservador de los de Diego Martínez apenas se modificó dejando que el Barça jugara a placer. El propio Marcos Alonso tuvo el 2-0 pasado el cuarto de hora tras un centro de Jordi Alba que no supo rematar con precisión.

Los pericos, encerrados atrás, se defendían como podían del acoso azulgrana y tan sólo inquietaron a Ter Stegen con un disparo de Nico Melamed que dio en Sergi Roberto y se fue fuera por poco. Un gran zurdazo de Raphinha pudo dejar resuelto el partido antes del descanso pero Álvaro Fernández logró despejarlo con algún problema. Lo mejor para el Espanyol es que el partido seguía abierto al término de la primera parte pese al asedio al que fue sometido.

La segunda parte mantuvo el guión de la primera. El Espanyol no arriesgó y el Barcelona seguía jugando a placer. Gavi, tocado, cedió su puesto a Busquets al poco de reanudarse el partido. Y sólo unos minutos después cambió a sus dos extremos. Ferran y Dembélé entraban por Raphinha y un Ansu Fati que no estuvo acertado pese a intentarlo. La idea del doble cambio era clara: cerrar el partido. El 1-0 parecía no peligrar ante la poca mordiente perica, pero no era un resultado que permitiera confianzas y este Barça no es un muro en defensa que digamos. Y así fue. A falta de 20 minutos, un pisotón de Marcos Alonso sobre Joselu acabó en penalti que transformó el propio Joselu.

Recital de Mateu Lahoz

Y en este momento empezó otro partido diferente. Se desataron los nervios en ambos equipos y apareció la figura de Mateu Lahoz. El colegiado valenciano siguió en plan Qatar y empezó a sacar tarjetas a diestro y siniestro. En sólo unos minutos expulsó a Jordi Alba, que no encajó bien el empate y lo protestaba todo, y a Cabrera, roja directa por supuesta agresión a Lewandowski y Vini Souza del Espanyol. Tras unos minutos de caos sobre el césped el VAR le hizo rectificar la roja directa a Cabrera. Todo ello incendió a la grada y el Barça se fue a por todas cuando se pudo reanudar el juego. Las ocasiones que no llegaban cuando estaba con once llegaron estando con diez y ahí apareció la figura de Álvaro Fernández. Primero a un cabezazo de Christensen y después en un mano a mano contra Lewandowski. Pese a los intentos finales, y más tarjetas por el camino para ambos equipos, Mateu Lahoz pitó el final. El derbi, sin Piqué, tuvo tanta o más polémica que cuando el central estaba sobre el campo… El Barça dejó escapar la opción de cerrar el año como líder en solitario.