El Villarreal cae en penaltis, Chelsea se lleva la Supercopa de Europa

Esta vez salió cruz. El Villarreal murió en la orilla. Después de tutear al campeón de Europa durante 120 minutos, los penaltis le dejaron sin título. Al contrario de lo que ocurrió en la final de la Europa League, esta vez la lotería cayó en Londres. La parada de Kepa (que saio para los lanzamientos desde los once metros en el minuto 119) a Albiol acabó con el sueño amarillo. Un sueño ganado a pulso en una final trepidante en la que logró sobreponerse al inicio arrollador del Chelsea. El equipo londinense se corona como rey de Europa.

Ocho minutos. Fase de acoso total. Llegadas y más llegadas. Kanté recupera, dispara, Asenjo se estira. Fuera. El plan de Emery era esperar, pero con los once jugadores en campo propio el Chelsea se encontró nada más arrancar la final con dos ocasiones seguidas que pudieron desnivelar la cosa demasiado pronto. Antes del disparo de Kanté, un golpeo de Werner obligó a Asenjo a volar para despejar a córner. Superada la primera acometida el Villareral se dio cuenta de que o se desperezaba pronto o no aguantaría demasiado en pie. Fue un espejismo. Un para de arrancadas por banda izquierda y poco más.

El equipo seguía espeso, encerrado en su campo y los londinenses no desesperaron. En modo martillo pilón fueron golpeando, llegada, tras llegasda, córner tras córner, hasta que una combinación por banda acabó con un centro atras de Havertz, al que puso a correr un gran Marcos Alonso, para que Ziyech, llegando desde la otra banda, fusilara a Asenjo sin mayores complicaciones. Gol merecido y final encarrilada para los de Tuchel. Parecía que no habría color. Nada más lejos de la realidad.

El tanto ‘blue’ obligaba al Villarreal a cambiar el guión. Sin volverse locos, pero dejando unos espacios que no quería dejar. Unos huecos donde la velocidad del Chelsea parecía incontrolable. Era el momento de llegar y acertar. Y la tuvo el Villarreal. Dia se quedó solo ante Mendy, pero el arquero ganó el mano a mano con una gran parada que abortó el intento de reacción de los amarillos. Luego llegó una de las jugadas claves del partido. Último minuto de la primera mitad. Control de Gerard Moreno en el área. Centro con la derecha y llegada de Alberto Moreno al segundo palo. Volea preciosa del lateral que tras golpear el el travesaño bota un centímetro fuera de la línea de gol. Pitido. Todos al vestuario con la sensación de que el empate y gran parte de la final se podía haber esfumado en esa ocasión.

Personalidad tras el descanso

Tras el descanso el Villarreal tiró de personalidad. Mucha. Intentó dominar el partido y en un burdo error de Mendy en un saque de puerta, Gerard Moreno estrelló el balón en el palo. Otro palo. Parecía demasiada mala suerte. Dos balones de gol estrellados en la madera en menos de diez minutos. Al Chelsea le temblaron las piernas. Bien por cansancio o porque comprobó que el Villarreal podía hacerle daño.

Y ahí llegaron los mejores minutos de los de Emery, que pusieron contra las cuerdas al campeón de Europa. Las ocasiones llegaban. Estupiñán obligó a Mendy a una buena parada de seguridad. Rondaba el gol y llegó. El premio trabajado llegó. Una gran combinación entre Dia y Gerard Moreno acabó con un disparo cruzado con la derecha del internacional que empató el partido. Su gol 83 con la camiseta del Villarreeal. El mejor goleador de su historia. Como en la final de la Europa League, Gerard acudía a su cita. Quince minutos por delante. Imponente final… y otra vez a la prórroga. Una más. En el tiempo extra apareció Asenjo para mantener al equipo en la final cuando el Chelsea buscaba no llegar a los penaltis. Pero se llegó.

Asenjo para en el primero, Gerard marca con suspense, Azpilicueta marca con apuros, Kepa para a Mandi, Marcos Alonso hace gol fácil, Estupiñán marca con calidad, Mount engaña a Asenjo, Moi marca con suspense, Jorginho gol con paradinha, Raba marca sin carrerilla, Pulisic marca fácil, Foyth gol sin apuros, Rudiger sin problemas y Albiol falla. Fin del sueño.

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