El estreno del VAR en la Copa América lo ha llevado a ser el auténtico protagonista del torneo, incluso por encima de los jugadores, con intervenciones en casi todos los partidos que lo han transformado como una máquina de anular goles.
Como si fuese el “Gran Hermano” de la novela 1984 de George Orwell, el VAR está omnipresente en esta Copa América. Todo lo ve, hasta el más mínimo detalle para hacer respetar las reglas del fútbol y castigar a quien se atreve a vulnerarlas. Nadie se escapa.
“No hay escándalos y eso nos da mucha seguridad y satisface a los que exigen más justicia en el fútbol. Estamos muy satisfechos con el resultado”, dijo recientemente Wilson Seneme, presidente del Comité de Arbitraje de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), responsable del correcto funcionamiento de este “Gran Hermano”.
Así, anotar gol en esta Copa América ya no es sinónimo de celebración inmediata y desbordada al ver el balón en la red, pues el VAR ha intervenido para frustrar la euforia de manera más recurrente que en otras grandes competiciones como en el Mundial o la Liga de Campeones.
Hasta en tres partidos de esta Copa América el sistema de revisión de las jugadas ha quitado dos goles en un mismo encuentro y a la misma selección.
El último de ellos fue en los cuartos de final de este viernes entre Chile y Colombia, donde el VAR invalidó dos goles de La Roja y llevó el partido a los penaltis, donde el equipo chileno obtuvo el pase a las semifinales tras acabar los 90 minutos con empate 0-0.
En el primero, anotado por Charles Aránguiz, demostró que la jugada comenzaba con un fuera de juego cuando parecía que lo más polémico era saber si el balón había rebasado la línea de gol. En el segundo tanto de La Roja reveló que el balón tocó en el brazo de Guillermo Maripán antes de que Arturo Vidal marcase el gol.
En la fase de grupos, Venezuela tuvo al VAR como su mejor aliado, pues le salvó hasta en cuatro ocasiones de goles recibidos tras alguna infracción del rival, entre ellos dos frente a Perú y otros dos contra Brasil.
A Perú el VAR le quitó los tantos de Christofer Gonzáles y Jefferson Farfán por fuera de juego, en sendas intervenciones donde la primera sirvió para corregir al árbitro y la segunda para confirmar la decisión del juez de línea.
A Brasil le negó los goles de Gabriel Jesús por un fuera de juego de Roberto Firmino, que recibió el balón rebotado de un defensa; y de Philippe Coutinho, cuyo disparo a portería fue desviado levemente por el mismo Firmino, que otra vez estaba en posición adelantada.
Un fuera de juego de Derlis González no señalado por el árbitro fue revelado por el VAR para anular un gol de Óscar Cardozo para Paraguay en su partido ante Catar (2-2). Luego a Paraguay le jugó a favor cuando le anuló el segundo gol que le había anotado Colombia en el partido que perdió por 1-0, lo que le ayudó a pasar a cuartos.
Hasta en 17 ocasiones los árbitros acudieron al monitor del VAR en los 18 partidos de la fase de grupos de la Copa América, pero las intervenciones de este sistema de revisión de jugadas son casi el doble si se cuentan los momentos en los que intervino sin necesidad de que el juez del juego acudiese a la banda para ver la pantalla.
EL VAR acaba con las polémicas
Los penaltis han sido las otras jugadas favoritas del VAR para desterrar cualquier opción de discusión, ya sea por manos dentro del área o por faltas por muy leves que sean.
Probablemente la intervención más polémica de este tipo haya sido el penalti señalado sobre Edinson Cavani ante Japón donde el árbitro no se percató de la plancha que el defensor nipón realizó sobre la espinilla del delantero uruguayo en el momento que iba a patear.
También ayudó a cobrar un penalti a favor de Argentina contra Paraguay por una mano de Iván Piris que en un principio había pasado casi inadvertida.
Pocos días después, el VAR le dio una de cal y otra de arena a Paraguay, pues en los cuartos de final contra Brasil el árbitro había cobrado un penalti que, tras revisar la jugada, decidió luego retractarse para señalar un tiro libre fuera del área y tarjeta roja para el defensor guaraní Fabián Balbuena.
En el partido inaugural entre Brasil y Bolivia, este “Gran Hermano” detectó que el balón impactó en el brazo del boliviano Fernando Saucedo dentro del área. Penalti y gol de Coutinho.
Con el VAR se acabaron las discusiones. Tarde más o menos la revisión de la jugada, nadie protesta ante la evidencia de las imágenes. Con solo un año en funcionamiento se ha vuelto la mayor revolución en décadas dentro del mundo del fútbol.
“¡Bienvenido el VAR! ¡Qué viva el VAR!”, espetó el seleccionador de Venezuela, Rafael Dudamel, en esta Copa América, la primera de todas con videoarbitraje.