«No me toques, estoy muriendo» le dijo a su amigo mientras se electrocutaba

Muchas imágenes y relatos nos han dejado impactados tras el paso del huracán Harvey en Estados Unidos, sobre todo aquellas que han tenido que ver con los indefensos animalitos y los etiquedados como irresponsables dueños que los dejan atrás, tras ello, muchos héroes han surgido para ayudarlos, pero, no todos han salido ilesos, lamentablemente.

Una historia trágica de las inundaciones en Estados Unidos, fue la de un joven llamado Andrew Pasek de 25 años quien murió mientras intentaba rescatar a la gatita de su hermana en Houston, Texas.

Alyssa Pasek, la hermana de Andrew, tuvo que evacuar el lunes. Antes de abandonar su casa, resguardó su vestido de bodas (se casará el próximo febrero) en el segundo piso de su casa, donde también dejó a su gatita, D’Artagnon. Surtió considerablemente el despachador automático de comida de la gatita, además de dejarle suficiente agua potable. Alyssa no tenía un transportador con el cual llevarse a la felina.

Eventualmente Andrew, quien era un amante de los animales y continuamente los rescataba de la calle, le preguntó si había dejado atrás a la gata. Su hermana le contestó que sí y le pidió que no se preocupara… pero sí lo hizo. “Solo estaba intentando ser mi héroe. Realmente quería ir y ser él quien me dijera ‘Ella está bien, no te preocupes’”, declaró Alyssa, “Era audaz, era un chico tan valiente”.

El martes Andrew le habló a su hermana, le dijo que estaba por su vecindario y que iba a revisar que D’Artagnon se encontrara bien. Su hermana solo le pudo decir que tuviera cuidado antes de que él se despidiera diciéndole que la quería.

El agua apenas le llegaba al tobillo, pero la empresa local de electricidad no había apagado la corriente en la zona afectada. En 2011 Andrew fue sometido a tres cirugías para colocarle placas y clavos en el tobillo, así que cuando se topó con un cable de alta tensión suelto debajo del agua recibió una fuerte descarga eléctrica.

Lo más impresionante de este terrible relato es que sintiendo la descarga, Andrew tuvo la cabeza y serenidad para decirle al amigo que lo acompañaba “No me toques, estoy muriendo”. Andrew reconoció la electricidad y sabía que si su amigo lo tocaba recibiría la carga también.

Lo peor del asunto es que posiblemente la descarga no lo mató, pero sí lo dejó inconsciente y en el agua. La compañía eléctrica tardo más de una hora en cortar la corriente para permitir que los servicios de emergencia llegaran a Andrew.

Fuente: erizos.mx

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