El fotógrafo Henry Hargreaves recreó y retrató las recetas que se hicieron preparar los presos en las cárceles estadounidenses antes de su ejecución
El fotógrafo Henry Hargreaves ganó el los últimos años una importante reputación por sus llamativas imágenes que hacen reflexionar sobre los alimentos.
Entre sus proyectos más recientes está «No Seconds», en el que recrea y retrata las últimas comidas de los detenidos condenados a muerte en las cárceles estadounidenses.
La idea se le ocurrió en 2011, luego de que Texas aboliera la posibilidad para los presos de elegir, como si fuera un último deseo, un plato con su comida favorita. Junto con cada foto se detallan las razones de la condena y el plato pedido por cada preso.
El fotógrafo pidió a las autoridades carcelarias poder fotografiar los últimos almuerzos y cenas de algunos presos antes de ser ejecutados, pero no obtuvo el permiso.
Ante la negativa decidió entonces buscar información sobre las últimas comidas de los sentenciados -incluidos algunos famosos, como Sacco y Vanzetti- recrearlas y luego fotografiarlas. El resultado fue un proyecto en constante desarrollo, que en los últimos años fue publicado en varios sitios en todo el mundo.
En una entrevista con CBS, Hargreaves contó que los platos que lo impactaron más fueron los de Ricky Ray Rector y Victor Feguer.
Rector, quien tenía una grave enfermedad mental, pidió un pedazo de torta de nueces pecan, pero no la terminó porque quería «guardarla para más tarde».
Feguer, en cambio, eligió sólo una aceituna. «Pensamos las últimas comidas como algo que va ser totalmente goloso«, reflexionó Hargreaves. «Y él eligió una sola aceituna. Es tan simple, es como definitivo. Es casi como un punto final en el fin de su vida».