Ella creyó haberse casado con un hombre perfecto, 7 años después la horrible verdad sale a la luz

«Este grupo de seis personas es un grupo que no puede vivir si no está en completo. Las cosas en su vida no se desarrollaron de manera fácil, sin embargo el concepto de “familia” tiene un significado muy especial para ellos. Raachel Moore es una madre soltera que abandonó una relación opresiva y les prometió a sus hijos que nunca más volvería a pasar.

Sus hijos son: Jayden de 14 años, Cameron de 12, Kaylee de 10, Zane de 4 y finalmente la pequeña Samantha de 2 añitos.

Hay que admitir, que la madre cumplió su promesa. Rachael fue muy cuidadosa y muy atenta a la hora de conocer a Daryl, su nueva pareja. Sin embargo, este hizo todo lo posible para ganarse su respeto y su confianza.

Durante 7 años Daryl fue increíblemente amable, bondadoso y cuidadoso para su familia. Era una persona delicada y miraba con ojos soñadores hacia el futuro con ellos.

Rachael tenía tres hijos de su relación anterior y llegaron a llamar a Daryl “papá”. 7 años no es un corto plazo de tiempo, es posible acostumbrarse a lo bueno. Daryl pensaba en su familia y buscaba todo lo mejor para ellos. Según los Moores, era un buen padre. Hasta que un penoso día, después de 7 años de convivencia, Daryl atacó a Rachael de imprevisto. La situación fue espantosa y, siendo víctima antigua de violencia doméstica, sabía que tenía que permanecer fiel a la promesa que les hizo a sus hijos. Rachael y Daryl se separaron y acordaron que Rachael se ocuparía de los niños.

Todo parecía volver a la relativa normalidad. Era un golpe muy fuerte perder a alguien cercano después de tantos años juntos, sin embargo el miedo era demasiado grande para permitir que la violencia dominara su hogar.

Una penosa tarde, Daryl se presentó en la puerta del hogar de Rachael y sus hijos bajo influencia de alcohol. Parecía completamente descontrolado y Rachael sabía que esta visita podría ser peor que su ataque anterior. Sin embargo, nunca se esperaba lo que iba a pasar.

“Nunca en mi vida podía sospechar que tenía una arma”, admite Rachael. Daryl invadió el hogar de la mujer y sus hijos con una escopeta. Antes, al oír el chirrido de unas ruedas, Rachael se sintió inquieta y tomó a sus dos hijos y los escondió en la habitación. Cuando Daryl pasó, no titubeo ni siquiera un momento. Apuntó con la escopeta a Rachael y apretó el gatillo, hiriéndola en el hombro en frente de sus otros hijos. La mujer empezó a perder mucha sangre y finalmente se quedó inconsciente.

Viendo la escena con sumo terror, Cameron de 12 años sabía que la locura no se terminaría allí.

“Me miró como un psicópata. No parecía él, sus ojos estaban negros”, recuerda el hijo.

Tenía miedo que sus hermanos serían las siguientes víctimas y por eso Cameron recogió todas sus fuerzas para atacar. Primero le metió un codazo y después le arrebató el arma.
Lo que salvó la vida de muchos en aquel momento fue que los niños atendían a clases en las que unían elementos de artes marciales con coreografía de combate y habilidades para desarmar a un agresor. Nunca pensaron que iban a necesitar esas destrezas en pocas semanas para proteger sus propias vidas. Gracias a este preparamiento, los niños lograron responder a la invasión de Daryl.

Después de perder el arma, Daryl intentó lanzarse una vez más sobre Rachael sentándose sobre ella e intentando sofocarla. Intentó también atacar sus ojos, pero es entonces cuando a la lucha se sumó Jayden, el hijo más mayor.

Jayden empezó a pegar a Daryl para tirarlo de encima de su madre y más adelante Cameron le dejó inconsciente con un furioso golpe en el seno.

Kaylee entonces encontró en sí fuerzas que no suponía que podía tener. Esta niña pequeña de diez años sacó a su madre fuera de la casa y llamó a la policía que llegó rápidamente y detuvo a Daryl, mientras la ambulancia acudía con Rachael al hospital. Durante las próximas semanas, los niños no podían ver a su madre mientras esta se recuperaba de las heridas. Por suerte, aunque la condición de Rachael parecía muy seria, con el paso del tiempo logró curar todas las heridas.

Sin embargo, habrá heridas de las que ni ella ni todos sus hijos podrán curarse. Son las heridas que sufrió su alma y que fueron infligidas por alguien a quien antes llamaban con amor “papá”.»

Fuente: http://www.paraloscuriosos.com/