Cometí el peor error de mi vida: Me enamoré de un casado

Sí, yo también me enamoré de un hombre casado y no es algo que diga con orgullo, ha sido el peor error de mi vida, les diré las razones.

Esta carta no es para lamentar, es para sanar, para soltar desde lo más profundo de mi alma esto que por mucho tiempo me robó suspiros. Sí, me enamoré de un casado y ha sido el peor error de mi vida. Debo decir que me perdí, me olvidé de quererme así, con amor de verdad, me sumergí en un mundo idealizado.

A diferencia de otras mujeres, yo sí puedo decir que no me engañaron, a mí no me dijeron que me bajarían la Luna y las estrellas, él no dijo que dejaría a su esposa, es más ni siquiera hablaba de ella y claro, en mi mundo era mejor, porque ella ahí no existía, era perfecto para mentirme, a mí misma.

ME ENAMORÉ DE UN CASADO

Me enamoré de un casado y sus pocas ganas de darme su tiempo. Me acostumbré a ser todo menos su prioridad, me conformé con sus mensajes a medias, con sus pláticas cortadas, porque llegaba con su esposa. Me dejé en el pasado, en la yo que sí se quería y que nunca imaginó que compartiría un amor.

Y cuando menos pensé ya estaba loca, por él, por su aliento, por sus besos, por sus caricias, por sus te quiero. Cuando menos pensé, ya no pude a hacer nada o más bien, no quise hacerlo, porque de pronto me sentí cómoda y es triste, porque las lágrimas se volvieron parte de mis días.  

Porque de pronto estaba llena de ansiedad, de inseguridades, de dolor. Me cansé de sentirme tan abandonada, tan poca cosa. Me hastié de que mi cuerpo fuera el único que se robaba su atención y me recuperé. Porque estar a su lado, nunca fue vida, fue adrenalina, desesperación, tristeza, pero nunca amor.

Sí, me enamoré de un hombre casado y ha sido el peor error de mi vida, pero también mi más grande lección. Ahora sé cómo se siente el corazón a medias, ahora sé que no me voy a conformar con sus migajas, sé que puedo amar tanto como me pueden amar y no pienso ser una vez más cómplice de una infidelidad.