El 24 de junio se celebran las fiestas de San Juan Bautista en Venezuela, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el año 2021. La festividad comienza en la medianoche del 23 de junio y se extiende hasta el 25 del mismo mes.
Una festividad que reúne infinidad de devotos, en la que se realizan diferentes actos religiosos y culturales durante la medianoche, el amanecer y la noche de la celebración.
El frenesí de los Tambores de San Juan marcan las fiestas de ese día en varios poblados del país. Las características de su veneración varían según la localidad, pero el elemento de cohesión son los repiques de tambor.
Los conocimientos culturales vinculados a estas celebraciones en honor de San Juan Bautista en Venezuela datan del siglo XVIII. La mayoría de estos saberes y prácticas son representadas por comunidades afrovenezolanas.
“Se trata de fiestas sincréticas que mezclan el culto católico y las tradiciones de los esclavos de origen africano”, explica el profesor Benito Irady, presidente de la Fundación Centro para la Diversidad Cultural, que elaboró el expediente para la solicitud ante la Unesco para declararlo patrimonio de la nación. “Es la celebración de nuestras raíces africanas”. agregó
Hay poblaciones donde San Juan es guardado en la Iglesia del pueblo, y hay poblaciones donde San Juan es custodiado y cuidado por una familia. Ambas formas conllevan ceremonias diferentes.
En los pueblos con costa los 24 de junio San Juan es llevado al mar. En los poblados donde hay ríos San Juan es llevado al agua dulce. Se trata de rememorar y cumplir de alguna manera el pasaje bíblico del bautizo de Jesús en el río Jordán por parte de Juan.
Otro detalle del agua y San Juan es la lluvia, el agua que cae del cielo en su día, y después 5 días más tarde, en la celebración de San Pedro. Siempre llueve porque precisamente comienza la temporada lluviosa (por lo menos en Venezuela). Si no llueve hay preocupación.
Hay vinculación con la fiesta de San Juan y la productividad, sea producción, siembra y cosecha en la tierra, o buena pesca en el mar.
Se le pide, y se le agradece.