El arte cinético, inspirado en uno de sus principales exponentes, el caraqueño Carlos Cruz-Díez, llevó a nueve artistas con síndrome de Down y espectro autista a mostrar su talento en el Sistema Nacional de Museos de Venezuela, un circuito que, por primera vez, visibiliza el talento de pintores con limitaciones cognitivas para exaltar que no hay barreras en el arte.
«Color sin Límites» es el nombre de la exposición de arte que se inauguró recientemente en los espacios del Museo de las Artes de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Díez, en Caracas, y que expone, en 24 pinturas, el trabajo de nueve jóvenes de distintas edades, seis de ellos con síndrome de Down y tres con trastorno del espectro autista.
El coordinador general de Registro y Conservación de la Fundación de Museos Nacionales, Irarkil Rangel, aseguró que se trata de piezas de arte «en el sentido estricto de la palabra», pues, contrario a cualquier limitación que algunos pensarían que tienen estos artistas, las pinturas muestran la composición, color y estructura de cualquier obra de alto nivel.
«En los 32 años que tengo en la institución museal más importante del país (…), esta es la primera propuesta donde podemos visualizar más allá de las caracterizaciones subjetivas que tenemos de estos a artistas que pudiéramos considerar tenían una limitación. Pero, la verdad, cuando vemos estas obras reconocemos que en ellas no hay límite posible, son obras de arte en el sentido estricto», dijo a EFE.
Inclusión
Los organizadores destacan que la exposición es un estímulo a la participación inclusiva en los espacios culturales y una ventana para mostrar el talento de grupos que, otrora, fueron excluidos.
Así lo confirma la artista y profesora de arte terapéutico Patricia Jordan, quien está a cargo de la escuela Atelier de Pintores, donde se forman niños, jóvenes y adultos con limitaciones cognitivas, y en la que se seleccionaron las obras de arte cinético que se expondrán hasta finales de junio.
«Para mí es ver un sueño hecho realidad y para ellos también, y así lo entienden. La invitación es a que se unan más personas, que no tengan miedo, que hay mucha capacidad. Ellos tienen una capacidad impresionante con la parte del arte, lo que hay es que entenderlo y poderle sacar el mejor provecho», explicó a EFE.
Jordan aseguró que los artistas, de entre 12 y 46 años de edad, se saben partícipes de un hecho histórico al ser parte de la primera exposición firmada por personas con autismo o síndrome de Down que se exhibe en un museo del circuito público nacional.
Explicó que los expositores tienen alrededor de dos años preparándose y adquiriendo las condiciones para crear obras cargadas de contenido, y con un «sello personal».
«Les encantó, ellos se apasionaron (…) Ha sido libre, ellos han escogido sus obras, sus colores y ya están preparados para hacer ese equilibrio en una composición artística», explicó la profesora.
En mes y medio los nueve artistas construyeron las 24 piezas llenas de color, profundidad y líneas, un reto, por su condición, para producir movimientos pequeños y precisos.
Con información de EFE