A pesar de que existen numerosos sistemas de mensajería, WhatsApp lidera de lejos el mercado a pesar de no ser la mejor plataforma ni el que más prestaciones ofrece.
Pero fue la primera que tuvo la astucia, antes de ser comprada por Facebook, de expandirse gracias a estar disponible en prácticamente en cualquier dispositivo. Desde los viejos teléfonos de Nokia con el vetusto sistema operativo Symbian hasta los teléfonos con Android pasando por el casi extinto Windows Phone.
Pero aunque WhatsApp sigue sumando usuarios de forma imparable es posible que pronto le surja un competidor serio que frene su expansión. Se trata de los mensajes RCS, una suerte de evolución de los SMS. Esta nueva clase de mensajes está siendo cada vez más adoptada por los operadores de telecomunicaciones de varios países. Se lleva hablando mucho tiempo de ellos, pero en Estados Unidos se acaba de saber que varios operadores importantes los van a adoptar en 2020. En España Vodafone y Orange ya disponen de tecnología para usarlos.
Si WhatsApp prácticamente acabó con los mensajes SMS, los mensajes RCS (Rich Communication Services) pueden acabar con WhatsApp y con otros sistemas de mensajería. Pues cuentan con gran parte de las ventajas de estos, pero hay una característica en la que ganan a todos: cualquier usuario podrá recibir estos mensajes, como hoy sucede con los SMS. Y serán gratuitos.
Además, en el periodo de transición en el que los RCS son adoptados por los diferentes operadores los mensajes RCS se recibirán como un SMS estándar en los teléfonos u operadores que no los soporten. Por lo que no quedarían perdidos en la red. Otra ventaja crucial.
Aunque previsiblemente WhatsApp, Telegram, Messenger de Facebook o iMessage de Apple seguirán sumando características para combatir el auge, si es que se da, de este protocolo de comunicaciones, la universalidad de los mensajes RCS no será su única ventaja. Un ejemplo: en principio estos mensajes funcionan al margen de la tarifa de datos que tengamos contratada.
Google ha colaborado en el desarrollo de este nuevo sistema de mensajería, que permite también crear grupos de usuarios y muchas otras funciones que están presentes en WhatsApp. Así que puede acabar siendo el caballo de Troya que los de Mountain View usen para adentrarse en un terreno en el que no les ha ido bien.
Y eso que hubo una época en la que probablemente el sistema de mensajería más popular del mundo era Hangouts, el chat de Gmail. Pero Google no supo explotar ese filón y hoy Hangouts es una sombra de lo que fue. El reto para la empresa estadounidense es lograr que Apple adopte esta tecnología en iOS, ya está disponible en Android. No olvidemos que no se trata de instalar una mera aplicación, si no que es una tecnología que se instala en el propio sistema operativo
Aunque es cierto que esto no es algo que depende sólo de Google. También los operadores de telecomunicaciones deben dar la señal de que este sistema sustituye al SMS. Si el iPhone se queda al margen podría suponer un problema para la expansión de la tecnología RCS, pero también un problema para Apple.
Google también tiene una labor importante que cumplir en el desarrollo de la tecnología RCS: reforzar su seguridad. Aunque esto es algo sobre lo que hay pocas dudas que terminará haciéndose porque todos los sistemas de mensajería actuales incluyen cifrado.
Este anuncio de las operadoras de telefonía estadounidenses puede tener que ver con que Google ha comenzado a activar el servicio de mensajes RCS tímidamente en Android. Para ello debemos inscribirnos en la versión de prueba de la aplicación Mensajes para este sistema operativo y descargar la nueva versión. Si somos usuarios de Orange y Vodafone Vodafone con eso en principio basta para usar ese sistema de mensajes.
En caso contrario es posible activarlos siguiendo un proceso algo más complejo, como el que se detalla en el medio especializado en tecnología Xataka. Aunque de momento la utilidad de este tipo de mensajes no va más allá de la pura curiosidad que produce probarlos. Pues en realidad de poco sirve un sistema de mensajes que no es compatible con cualquier operador ni con cualquier sistema operativo.
Ahora sólo falta por ver si este nuevo sistema de mensajes llega tarde, teniendo en cuenta que los usuarios de sistemas de mensajería se cuentan por miles de millones. También habrá que comprobar si en zonas en las que opera una censura informativa, como es el caso de China, la nueva tecnología, que no sería gestionado por una única empresa, contaría con el visto bueno de las autoridades. Aunque esa es otra historia. reseña la vanguardia