Conoce el nuevo trastorno obsesivo que se ha creado por el uso de internet

La cibercondría es un trastorno de ansiedad que no lleva mucho tiempo siendo descrito.

Sin embargo, se ha instalado rápido con el crecimiento de la conectividad a la red de internet masivamente.

Muchos de nosotros vivimos en constante conexión mediante los correos electrónicos, las aplicaciones del celular y ahora con el internet de las cosas –televisores, electrodomésticos, automóviles. Ese acceso no existió nunca antes en la historia de la humanidad.

La era de la hiperconectividad trae aparejada la era de la dispersión del conocimiento. Con solo tipear una pregunta en un navegador o en una aplicación obtenemos un sinnúmero de respuestas; algunas más fiables que otras.

Cuando se trata de temas vinculados a la salud humana, esa fiabilidad importa. Las respuestas que arrojan los buscadores pueden entremezclar información correcta e información errónea. Y también dependerá de nuestra capacidad para buscar y discernir entre tanta información.

Así llegamos a la cibercondría, definida como una conducta obsesiva de preocupación por el estado de salud que se expresa en búsquedas en internet. Estas búsquedas pretenden una respuesta rápida y efectiva a lo que la persona ya supone que tiene.

Las cifras son evidentes. En los países de habla hispana las encuestas informan que ocho de cada diez personas buscan en internet temas de salud. De ese grupo, seis de cada diez busca sobre enfermedades y síntomas que padece.

Internet es una herramienta maravillosa, y la atención de salud se beneficia de la tecnología de la información grandemente. Sin embargo, hay un riesgo de sobre exposición a esa información que algunas personas no pueden manejar.

El diagnóstico de la cibercondría

Para los manuales de salud mental, la cibercondría es un trastorno de ansiedad, como la hipocondría. Pero esa sola definición no es suficiente para hacer simple el diagnóstico.

Hay profesionales que sostienen que la cibercondría no existe como tal, sino que es una variante de la hipocondría. En definitiva, el trastorno de base es ansioso, y encaja en los términos de ansiedad extrema por la salud.

También se ha visto la asociación entre la cibercondría y las personalidades de baja autoestima. En sí, los abusadores de internet en general, quienes lo consumen compulsivamente, tienden a tener rasgos de baja autoestima. ¿Pero qué sería un uso abusivo de internet? Pues bien, se trata de:

  • Pasar un tiempo excesivo del día conectado
  • Imposibilidad de cortar la conexión con internet por propia voluntad
  • Utilizar internet de una forma que altera los aspectos de la vida cotidiana

Estas características configuran en primera instancia un uso patológico de internet. Si se sostiene en el tiempo y se exacerba disminuyendo la calidad de vida, se convierte en adicción a internet.

La cibercondría, por otro lado, compatibiliza con trastornos obsesivos-compulsivos. El hecho de buscar excesivamente en internet algo es un mecanismo de defensa para controlar pensamientos recurrentes negativos. En salud, es como si se pretendiese prevenir mágicamente una enfermedad grave.

Los riesgos de la cibercondría

Padecer cibercondría conlleva consecuencias que afectan la calidad de vida. Entre estas consecuencias tenemos:

  • Ansiedad: generalmente, el estado de ansiedad no se acaba con la búsqueda en internet y se perpetúa.
  • Gastos médicos: una búsqueda en internet puede sugerir la realización de estudios complementarios costosos e innecesarios. El paciente es capaz de hacer más caso a la página web que al profesional médico que podría sugerirle otro estudio o directamente no realizarse ninguno.
  • Phubbing: este término define el ninguneo del entorno por estar concentrado en un dispositivo móvil como el teléfono inteligente o la tableta.
  • Desigualdad social: el acceso a internet es desigual en el mundo, y el acceso a la salud también. Al combinarse ambas desigualdades puede suceder que grupos de bajos ingresos consulten temas de salud en servicios de internet gratuitos para no abonar una consulta médica, aumentando sus propios riesgos vitales.

Tratamientos

Ciertas medidas para tratar la cibercondría deben partir del mismo afectado. Aunque resulta difícil normalmente, hay pasos que sólo puede darlos quien lo padece, haciéndolo de la mano de su entorno.

Entre estas medidas iniciales está la premisa lógica de solicitar un turno médico en lugar de embarcarse en interminables búsquedas de internet. El profesional sabrá guiar el proceso de diagnóstico mejor que un buscador.

Esto no significa dejar de buscar en internet temas médicos. Lo que se debe hacer es afinar la puntería de la búsqueda confiando en fuentes que sean de fiar. Una forma es prefiriendo artículos con respaldo médico o de instituciones reconocidas de salud.

Son buenas prácticas también no prestar excesiva atención a los prospectos virtuales de los medicamentos. La información allí presente sobre efectos adversos tiende a ser excesiva por cuestiones legales de los laboratorios.

Y si aún tomando medidas generales la cibercondría se instala, es preciso iniciar tratamiento psicológico. Es la terapia cognitivo-conductual una de las modalidades de abordaje más utilizada para estos trastornos. reseña mejorconsalud