Diego Fernando Caicedo Suárez, conocido como ‘Pirulo’, fue asesinado por dos venezolanos en el municipio de Calarcá, Colombia.
Según la investigación de las autoridades, la víctima, de 40 años, fue atacada por los extranjeros que lo confundieron con un ladrón que minutos antes había robado a uno de sus allegados.
La oscuridad y la falta de alumbrado público en el sector habrían contribuido para la fatal confusión.
Caicedo Suárez regresaba a su casa, en dicho vecindario, después de haber lavado unos tractocamiones donde tradicionalmente laboraba. Pasaba por un lote baldío de acceso a su casa cuando fue abordado por los sujetos que le reclamaron por las pertenencias de su familiar.
Diego Fernando les aseguró que no había sido él, que no sabía de qué le hablaban y que iba para su casa a descansar después de una jornada laboral. Sin embargo, los 2 atacantes no le creyeron y como, minutos antes, —después de haber conocido que su allegado había sido robado— se habían armado con bates de béisbol, según la comunidad, lo golpearon hasta dejarlo inconsciente.
Testigos, que avisaron a la patrulla policial de la zona, aseguraron que los venezolanos se ensañaron con la víctima.
“No se podía contar la cantidad de batazos que le pegaban a ‘Pirulo’”, expresaron.
Los uniformados, adscritos a la Policía Quindío, capturaron en flagrancia a los hombres y sacaron a Caicedo Suárez de un pastizal, donde había sido arrastrado, posteriormente lo trasladaron al hospital La Misericordia de Calarcá.
Las autoridades informaron que una hora después de ‘Pirulo’ haber ingresado a las instalaciones médicas, a la 1:40 a. m. murió.
Un trauma craneoencefálico severo y múltiples fracturas en su cabeza y cuerpo terminaron con la vida de uno de los 7 hermanos Caicedo Suárez.
En la mañana de ayer, todavía en la escena del crimen estaba el trapo rojo, con el que ‘Pirulo’ limpiaba los carros y daba aviso para parquear, reseña el diario neogranadino Crónica del Quindío.
Como elementos materiales probatorios, el ente investigador penal presentó ante el juez los bates de béisbol que se convirtieron en armas contundentes, según los testimonios de las personas que presenciaron los hechos y de acuerdo con el informe de las capturas en flagrancia.