Una niña de 10 años fue encontrada sin signos vitales dentro de la casa de su vecino en el barrio Édgar Ramón Uzcátegui, en La Arreaga, Los Haticos por abajo, en Maracaibo. La menor de edad fue estrangulada y su cuerpo mostró aparentes señales de violación sexual, mientras que el sospechoso abandonó su hogar y su paradero es aún desconocido.
La joven quedó identificada como Isabel Paola Aizpurua Castillo, y su madre Guilmery Castillo responsabilizó del atroz asesinato a Luis Herrera, un colombiano de 65 años, quien era amigo de la familia desde hace poco.
La inconsolable mujer contó al portal Es con Usted que a su hija la encontraron muerta aproximadamente a las 10.00 de la noche de este lunes en la casa donde Herrera vivía al cuido, y que la última vez que la vieron con vida fue ese mismo día, cuando ella le pidió permiso a su papá para ir con este hombre a cobrar un dinero.
“Él pintaba carros. Dijo que iba a buscar una plata que le debían y le dijo a mi hija que lo acompañara a buscar unos cobres”, relató su madre, confesando que conocen al sospechoso desde hace unos 10 meses, y que él los ayudó cuando no tenían dinero para comer. “Mi hija lo quería como un abuelo”, aseveró en llanto.
La progenitora de la occisa declaró que la última vez que la vieron fue a las 10.00 de la mañana cuando salió con el hombre, pero al percatarse de que no volvían, fueron hasta la casa de Herrera y encontraron la casa cerrada con candado, el cual rompieron para ingresar. Encontraron el cadáver de la niña en el baño.
“Mi hijo mayor fue el que la encontró en el baño. Dios mío, qué dolor. Que pague ese hombre por la muerte de mi niña, era una bebé de 10 años, le pregunto a Dios por qué no ayudó a mi niña”, exclamó Guilmery Castillo mientras lloraba.
La mujer relató que en horas de la tarde de este lunes, ella se fue a trabajar a Mercamara, donde vende café hasta el otro día. La llamaron como a la medianoche para decirles que se regresara rápido a su casa por la emergencia.
Indicó que los detectives no le permitieron entrar a la escena del crimen, pero manifestó que su hija estaba toda golpeada. Isabel Paola Aizpurua Castillo era la tercera de cuatro hermanos, el mayor tiene 15 años, también están otras dos hermanitas de 14 y 8 años.