A 53 años de prisión fue condenado por la justicia colombiana Pedro José Trujillo Pérez, de nacionalidad venezolana, por el asesinato de una adolescente de 15 años, oriunda de Bucaramanga, a la que atacó con un arma blanca para despojarla de su teléfono celular, en el mes de febrero de 2022.
Según medios de comunicación neogranadinos, la Fiscalía había pedido 50 años de prisión para el confeso asesino y sin derecho a rebajas, por tratarse de una víctima menor de edad.
“Por tratarse de una víctima menor de edad no tendrá derecho a ninguna rebaja, ni descuento, mucho menos negociación con la Fiscalía”, indicó en su momento Oliden Riaño, director seccional de la Fiscalía en Santander, reseña bluradio.com.
Los hechos
A eso de las 5:00 de la tarde del jueves 24 de febrero de 2022, Nickol Valentina Rodríguez bajaba las escaleras del túnel del intercambiador vial del Mesón de los Búcaros, que está justo al lado del colegio Normal Superior, al norte de Bucaramanga. El tramo que recorría a diario de la institución donde estudiaba a su casa.
En ese preciso instante fue atacada vilmente por el ahora condenado, quien, tras despojarla de su celular, huyó con rumbo desconocido. Entonces, las autoridades reportaron que el sujeto la apuñaló en 3 oportunidades, profiriéndole heridas de gravedad en el cuello, la espalda y el tórax.
Con la urgencia del caso, la estudiante fue trasladada al Hospital Universitario de Santander, donde, pese al esfuerzo del equipo médico, falleció horas más tarde.
Horas después, Juan Carlos Cárdenas, alcalde de Bucaramanga, anunció que la recompensa de 10 millones de pesos, que se ofreció en un inicio por información que permitiera la captura del homicida, había sido incrementada a 50 millones.
En cuanto a la captura de Trujillo Pérez, según trascendió, pudo lograrse, entre otras diligencias, gracias a que su hermano dio el aviso a las autoridades de que él fue el autor material de estos hechos que acabaron con la vida de la menor.
En el juicio, el hombre confesó su culpabilidad, indicando que lo había hecho para comprarle zapatos y enviárselos a su hijo de 15 años en Venezuela.
En los días posteriores al asesinato de la adolescente, compañeros de estudio, junto con padres y representantes de la joven, salieron a las calles, exigiendo justicia. Incluso se comentó que ya habían solicitado más vigilancia debido al incremento de los robos registrados en el sector donde se perpetró el ataque.
Fuente: La Nación