El 16 de junio se cumplieron tres años de la muerte de 19 jóvenes en una prograduación en el Club El Paraíso y aún se espera que se inicie el juicio de dos presuntos implicados. Además, otros cuatro involucrados se escaparon, el pasado 2 de mayo, del centro de detención donde se encontraban tras la tragedia.
Un familiar de uno de los fallecidos, quien por temor a venganzas pidió mantener anonimato, exigió información oficial acerca de la evasión del centro de reclusión ya que solo tienen conocimiento de las órdenes de captura emitidas contra los implicados en el caso: Wiston Alexis Sánchez Herrera, de 20 años; José David Rodríguez Sánchez, de 19 años; Arístides Daniel Marrero Viscosa, de 20 años y Andrés Ernesto Ulichny Viera, de 20. Los cuatro fueron detenidos cuando eran adolescentes en la Entidad de Atención Ciudad Caracas, en El Cementerio, y admitieron los hechos.
Al menos 50 adolescentes se evadieron del centro de detención y, según fuentes extraoficiales, hay dos funcionarios detenidos, supuestamente cómplices. Los parientes de las víctimas recibieron la información de que, presuntamente, el día de la fuga no había presencia de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
El 16 de junio de 2018 fallecieron 19 jóvenes en una fiesta organizada en el Club El Paraíso, adyacente a la avenida Páez. Durante la celebración hubo una riña en el baño de caballeros, en la que arrojaron botellas. Momentos después lanzaron una bomba lacrimógena en el salón y cerraron la puerta por varios minutos para evitar que los asistentes escaparan. Al abrirlas de nuevo hubo una estampida de jóvenes, desesperados por tomar aire.
Las autopsias practicadas a las víctimas arrojaron que fallecieron por asfixia y politraumatismos.
Aunque han pasado tres años, los familiares de los fallecidos no descansan por hacer justicia. El 3 de diciembre de 2020 condenaron a dos de los cuatro implicados que se fugaron en mayo de 2021. Ambos recibieron sentencia de cinco años de prisión, un año de libertad condicional y ocho meses de trabajo comunitario, tras admitir los hechos. Previamente, los otros dos también habían admitido los hechos y recibieron la misma condena.
A los jóvenes les imputaron los delitos de homicidio intencional calificado, homicidio intencional calificado frustrado, ambos ejecutados con alevosía y por motivos fútiles; detentación de artefacto explosivo, uso de facsímil, privación ilegítima de libertad agravada y agavillamiento.
Falta que inicie el juicio de María de los Ángeles Arcia, organizadora del evento, y Gilberto Pettit, quien presuntamente introdujo la bomba lacrimógena al local. De acuerdo con el familiar, Arcia se encontraba detenida en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Propatria y fue supuestamente trasladada al Instituto Nacional de Orientación Femenina (Inof), mientras que Pettit se encuentra en la cárcel de Rodeo II.
La pandemia ha demorado todo, supimos que en plena pandemia hubo apertura de juicio y ellos no reconocieron los hechos. El juicio continúa, pero debemos esperar que los tribunales comiencen a trabajar todos los días”, explicó.
La madre exigió a las autoridades, en nombre de todos los parientes de los fallecidos, que los implicados cumplan su condena y se lleve a cabo el juicio de los otros dos presuntos involucrados, para que se haga justicia.
La fiesta de prograduación The Legacy fue promocionada a través de una página en Facebook llamada Rumba Rumba Caracas y por tres personas más que hicieron la convocatoria a través de las redes sociales. No estaba permitido el acceso a menores de edad, pero en las publicaciones se indicaba que debían pagar una “multa” para entrar.
Los organizadores alegaron a través de las redes sociales que presuntamente pagaron 10 millones por seguridad, pero que los trabajadores nunca llegaron. Vendieron una bebida alcohólica conocida como “guarapita” en 1,5 millones de bolívares, antes de la reconversión monetaria.
por CrónicaUno