Suben a 33 los muertos tras un deslizamiento de tierra en Colombia

La cifra de fallecidos tras un deslizamiento de tierra en el departamento colombiano de Risaralda que sepultó un autobús ascendió a 33 personas, mientras que las labores de rescate prosiguen y podrían encontrarse nuevos cuerpos, informó este lunes el Gobierno colombiano.

«Hemos identificado ya 33 personas muertas, entre ellos 3 menores de edad; hemos rescatado con vida a 9 personas, 4 de ellas están en este momento en estado crítico, siendo atendidas», dijo en una rueda de prensa el portavoz del Gobierno colombiano, Alfonso Prada, citó Efe.

De esa forma, Prada, que es ministro de Interior, lamentó la situación y actualizó la cifra de 27 personas, que esta mañana informó el presidente colombiano, Gustavo Petro.

Según el último boletín de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres (UNGRD), habían conseguido identificar 7 cuerpos y había también 5 personas heridas que recibían atención en el Hospital de Pueblo Rico y San Jorge en Pereira.

Petro envió su «solidaridad con las familias de las víctimas» y aseguró que las familias «tendrán un acompañamiento integral por parte del Gobierno Nacional».

El deslizamiento se produjo este domingo, cuando parte de la montaña se desprendió llevándose por delante un trozo de la carretera que comunica los departamentos de Risaralda y Chocó, en el sector de La Cabaña, zona rural del municipio de Pueblo Rico.

Al desprenderse, sepultó un autobús de transporte intermunicipal que salió desde Cali con destino a los municipios de Condoto y Quibdó, en el departamento del Chocó (oeste).

El director de la UNGRD, Javier Pava, viajó esta mañana al lugar junto al gobernador de Risaralda, Víctor Manuel Tamayo, para atender la tragedia en la que entre los fallecidos hay una menor de 7 años.

El deslizamiento se produjo, según la UNGRD, debido al fenómeno de La Niña, que se presenta en Colombia desde agosto de 2020, y que «ha generado hipersaturación en materiales con alto grado de metamorfismo, además asociado a pendientes abruptas, que han desencadenado movimientos en masa superficiales», es decir, por las lluvias que azotan al país y que llevan semanas causando estragos.