En contra de su voluntad, incomunicadas sin alimentos y en condiciones precarias. Así encontraron este viernes, hacia las 10:30 am, a un grupo de mujeres venezolanas que se encontraban en una casa de Cúcuta, bajo llave.
Tras realizar labores de inteligencia, miembros del Grupo de Policía Judicial de Migración Colombia llegaron al lugar -acompañados por unidades de Policía de Infancia y Adolescencia de Cúcuta y oficiales de la Coordinación de Verificación Migratoria- y encontraron evidencia de una red de explotación a través de webcam.
En efecto, en las fotos del operativo quedó registrado que en el predio, ubicado en el sector de Torres de Cormoranes, elementos y locaciones para ese tipo de actividades.
«Se incautaron tres celulares y elementos propios de las webcam: lámparas, cámaras, trípodes y maquillaje. Además, se les está tomando declaración a las jóvenes, que quedaron bajo protección de Migración Colombia y de una ONG que les está brindando comida y hospedaje», le dijo a El Tiempo uno de los investigadores.
Cuando se realizó el procedimiento de verificación migratoria se estableció que allí permanecían cuatro mujeres, entre ellas una menor de edad.
Una de las mujeres, de 19 años de edad, se identificó como Deisy Magdalena Flores Puerta; y la otra, como Yoneisi del Carmen Tarra Menco, de la misma edad.
En el lugar también permanecía un niño de tan solo ocho meses.
Este es el segundo golpe que las autoridades migratoria le asestan a este tipo de organizaciones que usan a jóvenes venezolanas.
En noviembre de 2020 ya habían sido capturados varios funcionarios de oficinas de registro que les vendían falsas identidades a cantantes, profesores universitarios y hasta a jóvenes venezolanas que vienen siendo prostituidas entre élites de la Costa, incluido un reconocido cantante vallenato. El Tiempo
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