El doble homicidio de dos venezolanos prendió las alarmas en Tibú, ya que después que la población presuntamente los entregó a la justicia, aparecieron muertos con un balazo en la cabeza cada uno
Para la comunidad colombiana la justicia y el poder en Tibú los tienen los grupos armados ilegales. Una muestra de ello fue el doble homicidio de los venezolanos un menor de edad y de otro hombre, que presuntamente robaban una tienda.
La comunidad de esta población del Catatumbo, los sorprendió robando en un local de venta de ropa, según la prensa local.
Las imágenes del hecho quedaron registradas en los videos de las cámaras de seguridad del establecimiento comercial.
Videos como prueba
Estas imágenes circularon ayer, con las que la comunidad tibuyana argumentó el presunto robo que cometieron.
En otro video que circuló rápidamente en Tibú, también se puede ver a un grupo de personas rodeando a los dos jóvenes, quienes tenían las manos amarradas.
En el material audiovisual afirmaban que los entregarían a las autoridades para que se encargaran del proceso judicial correspondiente.
“Vamos a entregar a estos muchachos a las autoridades, para que se hagan cargo de los individuos estos. Lamentablemente son muy jovencitos, no queremos verlos mañana tirados en la orilla de la carretera, bajo nuestra responsabilidad están”, dijo uno de los hombres mientras grababa las caras de los presuntos ladrones.
Los ajusticiaron
Sin embargo, la intención se desvaneció cuando, minutos después, hombres armados que se movilizaban en motocicletas, llegaron al lugar y se llevaron con rumbo desconocido a los dos muchachos.
Minutos más tarde, los jóvenes fueron encontrados asesinados, con disparos en la cabeza, en Barrio Largo, en la vía que conduce a El Tarra, informó La Opinión.
El video que está en poder de las autoridades y de la Fiscalía es la prueba de la retención y del posterior asesinato de las víctimas, pues fueron encontradas con la misma ropa que tenían en la grabación.
Ofrecen recompensa por doble homicidio
El coronel Carlos Martínez, comandante de la Policía de Norte de Santander, ofreció una recompensa de hasta 100 millones de pesos, por la información que conlleve a la ubicación de las personas que “privaron de la libertad, amarraron, golpearon y condujeron hasta el sitio que asesinaron a las víctimas”.
El oficial resaltó que la Policía no tuvo ningún reporte por parte de la comunidad sobre el hecho que estaba ocurriendo con las dos víctimas.
Martínez insistió en que no se debe tomar justicia por cuenta propia, pues esta labor es de las autoridades correspondientes.
El alto mando también aseguró que todo indica que, presuntos miembros de la disidencia de las FARC cometieron el doble crimen.
Autoridades consternadas con el caso
Entre tanto, Cristian Andrés Llanos Cardona, secretario de Víctimas, Paz y Posconflicto de Norte de Santander, rechazó el hecho. Aseguró que se debe tener una cultura de paz, que permita brindar garantías a los ciudadanos.
Taíz del Pilar Ortega Torres, secretaria de Gobierno del departamento, también se unió al rechazo y calificó como “inaceptable”, cualquier tipo de violencia contra niños y adolescentes en la región.
“Nadie será sometido a desaparición forzada, tortura o tratos crueles y degradantes”, dijo la funcionaria.
Por su parte, Jaime Marthey, defensor regional del Pueblo, igualmente rechazó el hecho de violencia y expresó un acompañamiento a los familiares de las víctimas. Exigió “celeridad en las investigaciones por la muerte de los jóvenes, uno de ellos menor de edad”.
El funcionario hizo un llamado a la comunidad para que no se tome la justicia por cuenta propia, reseñó La Opinión.
“Son las autoridades las que tienen el deber de realizar cualquier investigación y posterior judicialización”, agregó.
Movimiento Catatumbo
El movimiento comunal del Catatumbo también rechazó el hecho y aseguró que las grabaciones que les hicieron a los presuntos implicados en el robo “son una violación a la dignidad humana que revive el horror psicológico y mental que padecieron los pobladores del Catatumbo en la época de violencia”.
Asimismo, instó a combatir las causas de la extrema pobreza en la región, porque esto posiblemente indujo a los jóvenes a cometer el delito.